Light a Flame (WonHui)

𝟖. 𝐇𝐮𝐦𝐩𝐭𝐲 𝐃𝐮𝐦𝐩𝐭𝐲

Junhui siguió en su automóvil al de Minghao, que manejó enfrente hacia un lugar del cual no le había dado detalles al mayor.

Fuera donde estuviese Wonwoo, así como había dicho Minghao, simplemente se trataba de algo que no quería divulgar de su persona porque era reservado o porque era una situación por sí misma complicada.

Aunque Junhui tenía sus sospechas no le gustaba sobreprensar o asumir cosas de alguien más. Irónicamente era eso lo que hacía con cada perfil criminal que establecía. Pero pensar como alguien más era distinto a pensar en esa persona como un individuo al que se ve desde afuera y no por dentro.

Jun no quería meterse en la mente de Wonwoo, no planeaba entender a ese hombre que era imposible de vislumbrar con ese gesto estoico y su porte reservado.

Tenía la radio encendida con el Gnossienne No. 2 sonando tranquilamente. El cielo afuera estaba nublado y Yabbay, amante del otoño, se mostraba con sus edificios y sus ciudadanos paseando por sus calles modernas pero que siempre tenían un aire antiguo.

A Junhui, Yabbay le parecía un misterio, un lugar tan diferente a todos los que había visitado en su vida, porque ahí se sentía perteneciente por completo.

No perdió de vista el auto negro de Minghao mientras esperaban el cambio de luz del semáforo. El cielo nublado a través del parabrisas, pronto llovería. Muchas cosas que se preguntó en ese momento. ¿Era feliz con su vida? ¿Se sentía solo?

Era consciente de que su condición le impedía muchas cosas y que su capacidad de lucir normal tenían que ver con la máscara que usaba, pero fuera de eso era un omega diferente; tenía necesidades diferentes, eso en cambio de sus dones de prodigio.

En algún momento Minghao manejó su automóvil entre unas calles, alejándose de las avenidas largas de la ciudad. Ahí parecía un área más tranquila, las casas y algún que otro establecimiento comercial.

Hasta que Minghao entró en el estacionamiento de lo que parecía un edificio de color azul marino de una planta pero que lucía como una casa amplia. En la fachada había un logo circular con dos AA juntas y alrededor las palabras de «Unidad Servicio Recuperación».

Junhui no era ignorante, incluso aunque no lo dijera con letras directas sabía que era ese lugar: un espacio de reunión para Alcohólicos Anónimos.

Manejó su auto hasta el estacionamiento y lo dejó estacionado a un lado del de Minghao, el cual ya bajaba de su auto y estiraba los brazos encima de su cabeza.

Junhui bajó también, sintiendo el fresco de otoño que era menos piadoso sin sol. El médico reconoció el auto del inspector estacionado ahí, su cerebro hecho para identificar patrones y detalles minúsculos de cada cosa.

—Me va a lanzar la mirada más aterradora del mundo cuando sepa que te traje aquí —comentó Minghao, caminando a un lado de Junhui, recargando un brazo sobre su hombro—. Es un hombre muy reservado y discreto.

Junhui entendía la posición en la que estaba. Él y Wonwoo no eran amigos, muy apenas se conocían y simplemente trabajaban en conjunto por azares del destino. Había muchas cosas que no sabía del otro hombre y ahora descubría que iba a reuniones de Alcohólicos Anónimos.

El recuerdo del tiempo pasado en dónde trabajó con él era de un alfa qué olía a whiskey y tabaco constantemente y parecía el tipo de hombre que visitaba un bar con frecuencia. Pero Junhui no esperaba que fuera con tanta frecuencia.

Había muchas cosas que no sabía, y por alguna razón le ocasionó malestar en su interior, y sobre todo una profunda tristeza.

¿Qué clase de demonios eran contra los cuales tenía que luchar ese hombre tan interesante e inalcanzable ante sus ojos?