𝟑𝟎. 𝐁𝐚𝐚, 𝐁𝐚𝐚, 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐒𝐡𝐞𝐞𝐩

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—Si mi memoria no me falla, y espero que no lo haga, bonito —Wonwoo gruñó y el vendedor sonrió—, sólo tuve siete alfas comprando supresores de alto espectro, no mucho se atreven a usarlos, son tan fuertes que borran el aroma de uno y hacen que los celos se vuelvan locos.

Eso Wonwoo y Junhui ya lo sabían, el asesino debía de tener un desequilibrio en sus feromonas y ciclos de celos, así como un aroma borrado.

—¿Y quiénes fueron esos 7 alfas? —preguntó el detective—. ¿Puedes darnos una descripción visual de ellos?

El vendedor soltó un suspiro, subiendo sus gafas a su cabeza calva.

—Mira, no sé de qué se trata su investigación, pero no conozco a ninguno de ellos, sólo vienen por su droga y se van, no hago preguntas de quiénes son.

—De todas maneras nos sirve tener descripciones físicas de ellos —habló Jun—. Es importante, cualquier detalle.

El alfa lo miró directamente con un gesto serio y luego asintió.

—Okey, les diré todo lo que sé, ya me prometieron no molestarme.

El vendedor entonces comenzó a dar descripciones de los hombres alfas que le habían comprado supresores ilegales en ese último mes. Wonwoo y Junhui escucharon con atención, en especial este último que ponía atención a todo detalle, cualquier cosa que le hiciera pensar en el asesino.

Las descripciones que el alfa les daba servían de apoyo y Wonwoo estaba escribiendo en las notas de su celular todo lo que alcanzara, pero Junhui simplemente prestaba atención.

—... Luego vino un alfa de cabello oscuro, no muy alto. Sonrió de forma encantadora, mis omegas suspiraron por él. Ya ha venido varias veces en el pasado, pero nunca le hago preguntas, ni siquiera sé su nombre. Habla muy despacio pero de forma profunda y se portó muy amable incluso para un lugar como este

Junhui miró hacia el alfa con vista perdida.

—No es intimidante a primera vista, ¿verdad? Pero es difícil quitarle la mirada porque ve directamente a los ojos y es como si fingiera esa amabilidad, ¿verdad?

Wonwoo miró a Junhui a su lado y el alfa vendedor alzó las cejas.

—Ahora que lo dices... Sí, me dio ese aire, a mis omegas las trató muy bien, pero a mí me tenía repulsión a leguas, aunque era bastante cordial, de esos que saben fingir muy bien. Un hipócrita, como se les dice.

—¿Y no hizo algún comentario respecto a los supresores ilegales? —preguntó Junhui, bajando las cejas.

—Mmmm... La primera vez que vino a comprar me preguntó cuánto tiempo duraba el efecto y que si borraría su aroma por completo y no dejaría impregnado algún objeto con sus feromonas, creo, la verdad puede que alguien más me lo haya preguntado.

Pero Junhui siguió presionando.

—¿Preguntó por los efectos secundarios?

El vendedor se rascó la barbilla, pensativo.

—No, para nada, y esa es una pregunta que el resto sí me ha hecho.

—Eso es porque no le importa lo que cause en él mientras pueda matar a gusto —Junhui masculló y Wonwoo lo escuchó, sin quitarle la mirada de encima.

—¿Eh?

—Nada, nada —Junhui se pasó una mano por el cabello—. En tu opinión, la cantidad de supresores que compró, ¿es suficiente para cuántos usos?

El vendedor sonrió entonces, mostrando sus dientes de oro.

—Pues el bastardo me compró lo suficiente para un mes. Fue una buena venta.

Light a Flame (WonHui)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora