CAPÍTULO 20: No hay mal que por bien no venga.

1 0 0
                                    


Ayer pasé el día con Sam. Nos saltamos el almuerzo y solo salimos de la habitación para ir a reponer nuestra comida. No fui a ver la película con Derek, Erik y Juliet como había planeado; les dije que no me apetecía, no era una mentira. La verdad es... que me siento muy al margen de ellos; sé que es completamente normal ya que soy nueva, y por supuesto no estoy enfadada porque ellos decidieran pasar un rato a solas, es solo que... ellos son amigos desde hace tanto tiempo... Las fotos que vi bajo la cama de Lana viven en mi cabeza desde entonces; de sus palabras ya ni hablemos.

¿Me verán ellos como una copia barata de Lana?

Vas a llegar tarde.

Sam me recuerda alegremente que la clase empieza en tres minutos, todavía estoy intentando secarme el pelo sin que parezca un arbusto.

—Paso —meto el pelo bajo el grifo de la ducha hasta empaparlo de nuevo.

—¿Qué haces? —pregunta Sam, alarmada.

—Lo prefiero así a como estaba antes.

—Pero... —Sam sonríe un poco.

—Pero qué

—Pareces un chihuahua mojado.

Malhumorada, cojo la mochila y meto a boleo unos cuantos bolis y cuadernos que, espero, sean los correspondientes a las asignaturas de hoy.

Bajo las escaleras lo más rápido que me lo permite mi cuerpo maguñado; aunque me duele bastante menos, todavía siento un leve pinchazo al andar y al respirar.

—¿Freya? —Erik da una carrerilla y se coloca a mi lado. Me agarra la mochila para facilitarme la bajada de escaleras —¿Otra vez vas tarde?

—Tú también, vamos a la misma clase.

—Me salto la primera hora —anuncia, agobiado.

—¿Y eso?

—Ya sabes... —suspira, perezoso. —cosas de delegados.

—Supongo que nunca lo entenderé.

Ambos nos reímos.

—Oye, ¿por qué no viniste ayer? Dijiste que no te apetecía, pero... ¿era por algo en concreto?

Niego con la cabeza varias veces.

—Me apetecía estar con Sam —señalo a mi amiga, a la que parece irritarle mucho el hecho de que la mencione.

—Hola —Sam permite que Erik la vea.

—Ah, hola —me mira apurado. —¿Estáis siempre juntas?

—Hmmm —me rasco la barbilla, como si tuviese que pensar mucho la respuesta —Sí. El noventa y nueve por ciento del tiempo, sí.

—¿Qué pasa con ese uno por ciento restante?

—Ya sabes... —sonrío. —cosas de amigas.

—Supongo que nunca lo entenderé. —responde Erik, divertido.

Ambos nos reímos, ahora más fuerte que la anterior; hasta Sam se ríe un poco.

—Freya, me tengo que ir ya; nos vemos luego.

Sam y yo nos despedimos de Erik y entramos a clase. Todos están ya sentados en sus asientos y se giran para mirarme cuando abro la puerta. Luisa sonríe levemente desde su asiento junto a Sai.

—La próxima vez que llegues tarde —anuncia Rich —, te quedarás fuera del aula.

Me disculpo y me siento junto a Juliet, que me ha guardado un sitio a su lado, en la tercera fila. Derek está delante nuestra, se gira para saludarme.

FRENESÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora