CAPÍTULO 28: Las paredes oyen.

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Hay muchas personas sobre el lago, todas estas ayudan a destruir el hielo; llevan trajes que parecen hacerles inmunes al fuego.

—Tenemos que irnos —Derek trata de cogernos a Erik y a mí por el brazo, tira de nosotros, pero está desorientado, no sabe qué hacer —Es Bell. Está aquí.

—Espera, Derek. ¿A dónde vamos?

—Con los demás. Tenemos que hablar con Rich y...

—No hay cobertura —Erik da una patada al suelo, frustrado.

—Llamaré a Sam. Ella sabrá dónde están los demás.

Me veo obligada a abrir los ojos tras caer al suelo justo antes de contactar con Sam. Jeremy está sobre mí; sus ojos, llenos de ira, lloran.

—¡Habéis sido vosotros! —su voz es grave, está rota —No debí de haber confiado en vosotros. Ellos van a encontrar el espejo y...

Con una fuerte patada, logro tirarlo al suelo y quitármelo de encima. Derek lo sujeta con fuerza antes de que este vuelva a levantarse.

—¡No hemos sido nosotros!

—Jeremy —Erik intenta captar la atención de este —. No tenemos tiempo de esto; si el espejo sigue en el lago debemos de darlo por perdido; ahora tenemos que centrarnos en salvar nuestras vidas. Es obvio que había alguien espiándonos; no estamos a salvo.

—¿Cómo sé que no vais a llevarme ante Bellamy? —pregunta Jeremy, más calmado.

—Si quisiéramos llevarte ante él ya te habríamos dejado fuera de juego —Derek levanta al chico del suelo y le da una palmada en la espalda —. Nos reuniremos con los demás y volveremos a la mansión de Creils; allí decidiremos que hacer.

—Pero entonces Bellamy ya sabe que vamos en su contra. ¡Debemos de avisar a los que se han quedado en la mansión de que están en peligro! —me empieza a faltar el aire, no quiero que muera nadie más.

—Eso ya lo harán los demás; ahora mismo debemos de centrarnos en escapar —Erik mira fijamente el lago; el humo del fuego está comenzando a llegar aquí; Derek ya ha tosido un par de veces —Jeremy. ¿Hay alguna forma de llegar al otro lado evitando cruzar el lago?

Jeremy asiente lentamente, como si no estuviera seguro de si darnos cierta información es buena idea.

—Hay una red de túneles. Conectaban mi antigua casa con el cenador en el que mi madre solía invocar Nells. Solía ir con mi hermano, y con el espejo...

—Llévanos —ordeno, inquieta.

Llegamos al cenador en el que, efectivamente, hay una trampilla debajo de la alfombra.

—Venga Jeremy —todos esperamos, comprensivos, a que Jeremy se despida de su familia; puede que todo esto termine envuelto en llamas.

No perdemos ni un segundo; los túneles son muy profundos, nos hemos pasado unos cinco minutos bajando escaleras antes de poder comenzar a avanzar.

—Aún no comprendo qué clase de familia tenías —jadea Erik, mientras corremos en línea recta —. Toda una red secreta de túneles...

—No los hicimos nosotros —explica Jeremy —. Llevan hechos siglos. Antiguamente, la zona que acabamos de dejar atrás era un lugar de práctica y enseñanza para algunos Vernes. Esto era antes de que se crearan las escuelas. La gente del pueblo era crítica y no los aceptaban; creían que estaban locos. Por eso, las familias de Vernes que habitaban esta zona crearon un espacio para aprender y practicar sus habilidades. Una de estas familias, la más poderosa, tenía el honor de proteger el fragmento del Adevarat que les había sido otorgado por Cloindell antes de morir.

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