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Y O O N G I 

El trece de octubre saludo con una hermosa sonrisa, aún recuerdo la forma en la que desperté al lado de Jimin, pero con el pesado ruido de Seokjin roncando por la pésima posición que habíamos tomado. Pasamos el día conversando y jugando entre miles de bromas. Ese día el omega había reído hasta que le dolió el estómago, al ser un viernes Jin acepto la idea de robar las llaves del carro de su padre y subirnos a los cuatro para ir a una de las playas que estaban a una hora manejando. La hermosa imagen de Jimin salpicando agua, con el atardecer de fondo y una hermosa sonrisa en su rostro era la que ahora gobernaba mi collage de fotografías que iba teniendo.  

Pero, así como llego su cumpleaños, llego Halloween en donde se colocó un simple gorrito de bruja y una capa negra, mientras que a mí solo me decoro con unas orejas de gato por las que Seokjin jamás dejaría de hacerme la vida imposible. ¿Como es que acepte hacer una cosa así? Pero, aunque sea el chico había tenido una sonrisa tan hermosa que jamás voy a olvidar en mi vida. Valió la pena dejar que me trate como su gato. 

Lamentablemente las calabazas desaparecieron y los adornos navideños estaban decorando la universidad. El frio y la nieve recorría los alrededores, siendo espantoso para la mayoría de alumnos que tenían que rendir clases en la noche; pero eso no importaba. Jimin amaba el invierno, correr por el parque, tomar bolas de nieve y aventarlas. Incluso hace unos dias me mostro un adorable molde en forma de pato para la nieve. 

Adorable, un poco infantil. Tal vez así lo podría describir. 

—¿No te parece que es demasiado... infantil? — Seokjin expandio sus brazos a lo largo de la mesa mientras yo tomaba otro resaltador color rosado pastel y subrayaba a la perfección la ecuación que Jimin siempre olvidaba. 

Tome las pinzas nuevamente y busque entre las planchas de stickers aquella imagen de un ajolote con un moño en su cabeza. Lo tome para sacarlo y colocarlo al pie de página con cuidado. Elegí otro de un pequeño lazo y lo coloque muy cerca, busque el lapicero de tinta pastel con aroma suave y empecé a detallar las pegatinas con estrellas y corazones. Nuevamente llevé el lapicero de tinta gel entre mis manos y fui copiando la información desorganizada en mi cuaderno. En un post it que tenía imágenes de un osito pomposo empecé a copiarle un ejercicio y a detallar lo que en algunos casos puede ser un poco obvio. Lo coloque con cuidado debajo de la explicación corta y le hice un adorable marco con otro resaltador, aparte de eso le dibuje algunos corazones y flores. 

Si, definitivamente la cantidad de colores pasteles y animalitos que habían resultaba demasiado abrumador, pero sabía que a él le iba a gustar. 

—Creo que ya esta listo. — Mencione mientras le mostraba las guías de estudio que había estado haciendo. 

Seokjin la tomo y empezó a revirar la información, asintiendo con la cabeza. Tomo una carpeta de color amarillo pastel que tenía una imagen de dos gatitos abrazados, uno con manchas naranjas y otro con líneas de color verde claro. ¿Qué sentido tenía? Ninguno, pero a Jimin parecía gustarle 

—¿Tu hiciste todo esto? —Pregunta mientras va sacando los otros apuntes que he hecho en mis ratos libres. Yo asiento mientras recojo los plumones y guardo la plancha de pegatinas. — Definitivamente Jimin te tiene como un tonto. Yo puedo llegar a amar mucho a mi novia imaginaria, pero esto... ¿No es un poco obvio? 

Yo frunzo mi ceño mientras le quito las hojas y las guardo en mi mochila. 

—Te vere luego. Jimin está pronto a salir de su clase. —  Colgué mi mochila y alcé mi puño para chocarlo con el de Seokjin. De todos modos, él también estaba por juntarse con los de su clase de narrativa, aunque no sabía que hacía tomando una clase de narrativa si estudiaba arquitectura; cosas que uno hace por la falta de créditos. 

𝐒𝐎  𝐖𝐇𝐀𝐓 ||  𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora