YOONGI
Cuando Jungkook escogió a un chico al azar entre el público pensé que sería otro de esos que suben llenos de falso entusiasmo al escenario. Ansiosos por ser el centro de atención y por un poco de juego para tener qué contarles a sus amigos fuera del club. Dominans es un club serio, pero Kook ha aprendido a diversificar y flexibilizar las opciones de juego y la admisión de los asistentes. Es difícil mantener un club de este tipo si se la pasa rechazando a todo el mundo por no estar cien por ciento metido en el estilo de vida, además de que, ciertamente, si no das la opción a quienes quieren aprender, entonces nunca lo harán. Lo único que Kook no ha hecho cambiar con respecto a la admisión el club, es el seguimiento de reglas estrictas sobre el respeto entre los que están dentro. Si un sumiso dice NO, es NO. Si un dominante se niega a jugar con un sumiso pegajoso o exigente, entonces Jungkook se asegura de que no haya conflictos. La venta de alcohol es muy bien regulada y si la intención de un cliente del club es emborracharse, tiene que irse a otro lado. Así de simple.
Pero cuando el reflector iluminó a un chico rubio, de piel dorada y con antifaz de seda que se amoldaba a las curvas de su rostro, resaltando sus rasgos, pero sin dejar ver exactamente su identidad, algo en él me llamó. Obviamente se veía emocionado por subir y experimentar, pero el brillo en sus ojos no era el mismo que siempre he visto en otros con los que he jugado. En sus ojos había sed, necesidad pura y sumisión. Esa sumisión que no se logra ver en cualquiera y que es justo lo que he estado buscando por mucho tiempo.
Sus ojos estuvieron fijos en mi al instante y su sed se convirtió en hambre al darme una inspección minuciosa de pies a cabeza. Observando parte por parte mi cuerpo, mis movimientos y esperando más. Como un cachorro perdido y esperando a que alguien lo alimente y lo mime. Y sabía que esta noche lo iba a someter a mi tal como sus ojos clavados en los míos lo pedían. Dios. Esa cruda necesidad en su mirada me estaba llamando y cuando lo inmovilicé con una sola mirada dura, él se sometió. Suavizó su expresión y relajó visiblemente su cuerpo, esperando. Simplemente esperando a que le diera una orden y saltar a ella.
Estar frente a él, olerlo y poder admirar más de cerca sus reacciones a mí, a mis movimientos y a mis palabras, porque... Santa mierda. Verlo asentir y luego forzar sus propias palabras fuera a pesar de su nerviosismo porque yo se lo ordené, no es otra cosa sino una señal de pura y mera sumisión. Porque en sus ojos no había temor, solo anticipación, la espera dulce de cualquier orden.
Me sorprendió un poco la naturalidad con la que expresó su conocimiento teórico de la dinámica y la facilidad con la que planteó sus límites, los que me parecieron completamente justos y acertados siendo un principiante a punto de recibir una lección en público y luego, me dio una palabra de seguridad. Una simple palabra monótona, pero muy bien pensada. No las palabras pervertidas y obscenas a las que estoy acostumbrado, sino algo que definitivamente le disgusta y que es fácil de recordar en el momento en que sea necesario. Por un momento no quise más que tomarlo del brazo y llevarlo a una de las cabinas semi privadas y jugar a solas con él después de que el pequeño elogio lo hizo estremecerse de placer. Le gusta ser alabado, pero le gusta ganarse las palabras y si seguía actuando del modo en que lo había estado haciendo, iba a ganarse muchos esta noche.
Joder, el temblor de su cuerpo cuando le ordené parar al momento que se intentó sacar la camisa. Fue como un propio temblor en mi cuerpo porque otros chicos sólo me ven de reojo con exasperación cuando intento ordenarles, aun si es sólo para la escena en el club. Quería ser yo quien quitara la tela de su cuerpo y quería ser yo quien tentara sus límites y los estirará al máximo hasta que ya no pudiera más y me rogara por más o me dijera la palabra mangos y me obligara a parar. Ojalá y no tenga que escucharlo mencionar en ningún momento la fruta que parece ser tan ofensiva para él.
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Dominans |YoonMin|
FanfictionJimin tiene un problema de ansiedad por el estudio que le ha costado una clase reprobada y un curso extraordinario para poder recuperarla. Fuera de eso, siempre le ha gustado todo lo que tiene que ver con el kink. No lo ha experimentado, pero sabe...