JIMIN
Dios.
Me besó. Pensé que nunca lo haría y, sin embargo, ahí estaba, sintiendo los labios de mi Maestro contra los míos y eso se sintió de alguna manera mejor que el orgasmo que no había tenido. Me dolía el cuerpo por la tensión y la necesidad, por haber estado de rodillas chupándole la polla, viendo de reojo en el espejo el desastre al que me había reducido cuando me ofreció un castigo, pero todo se volvió borroso en el momento en que me dijo que un beso era todo lo que obtendría porque valió la pena cada pequeño roce de sus labios y la sensación de calor me llevó al subespacio como si realmente me hubiera azotado o atado. Como cuando me estimula y sensibiliza hasta que todo en mi mente es blanco y ligero.
Sé que en este punto no puedo negar que estoy obsesionado, pero es inevitable, cuando por primera vez en la vida siento que he encontrado un lugar en el que encajo y no es precisamente un lugar físico, sino un espacio en el que no siento otra cosa más que placer, libertad, comodidad. La comodidad de no tener que sentirme forzado a nada o tener un ataque de ansiedad por no poder hacer algo con la facilidad que lo hacen los demás.
Nunca he sido bueno para controlar la frustración cuando intento concentrarme en el estudio. Soy un poco lento para entender conceptos y desde siempre he sentido la presión tener que hacerlo bien sólo porque sí. Mi madre se volvía intensa en su necesidad de hacer que yo resaltara cuando era un niño y aunque nunca hizo nada con la intensión de lastimarme, la constante presión para que fuera más que solo bueno en mis clases, de alguna manera me rompió. Llegué a mi punto de inflexión cuando la presión se volvió demasiado y en lugar de aprender terminé teniendo esos ataques de ansiedad cada vez que toco un libro de texto. Es como si estuviera demasiado cerca de un animal rabioso a punto de morderme y aunque racionalmente sé que es una tontería, mi cuerpo no puede dejar de reaccionar de esa manera. Mi mente simplemente se cierra y mis piernas empiezan a temblar.
Gracias al cielo por las pequeñas bondades y los amigos incondicionales. Hoseok ha sido mi faro en las tinieblas desde la escuela secundaria y la única razón por la que estoy estudiando una carrera universitaria. Él ha sido muy paciente conmigo, explicándome cada concepto que no soy capaz de absorber de un libro y relativamente comprensivo cuando se me complica ajustarme a cada detalle de conocimiento sólo escuchándolo a el tratando de darle sentido para mi.
No es que les tenga fobia a los libros. Puedo leer una novela de romance o un cómic, pero cuando se trata del elemento académico, mi cerebro se vuelve un huevo frito y como idiota empiezo a temblar, a intentar arrancarme las uñas y querer correr para salvar mi vida, aunque no sé ni siquiera de qué. Sin embargo, gracias a que Hoseok ha tomado el papel de mi profesor extraoficial y que ambos estábamos claramente interesados en estudiar la misma carrera universitaria fue que realmente pude hacerlo. Ir a la universidad por mi cuenta habría sido un completo desastre.
Lo he hecho bien, hasta ahora. Mi mejor amigo me explica, a veces los maestros son lo suficientemente claros en sus lecciones orales y puedo aprender de ellos, las materias prácticas son fáciles porque no le tengo terror a los pizarrones y rotuladores y no soy algún tipo de persona neurodivergente como algunos terapeutas han intentado catalogarme. Simplemente tengo un horrible trastorno de ansiedad por el estudio, cuando dicho estudio proviene de que yo tenga que leer un libro.
Pensé que la clase de Gestión Gerencial no sería un problema. Objetivamente creí que con las cátedras del profesor Min y los resúmenes de Hoseok superaría la clase, pero estaba equivocado. No solo porque el señor Min no da conferencias orales como los demás profesores, sino porque por más que Hoseok me explique o me relea los textos, no soy capaz de comprender lo suficiente. Cuando estoy en la clase del señor Min no puedo concentrarme en nada. El hombre me mira de una manera extraña desde la primera vez que vio que, en lugar de leer mi propio libro, estaba escuchando a mi amigo leerlo en voz alta para mi. En su clase así son las cosas: él indicará los capítulos y los estudiantes tendrán un tiempo de lectura y análisis para luego debatir la clase. Yo no puedo leer mi propio libro y entender un par de oraciones antes volverme un desastre tembloroso cuando todo se junta en una mancha de tinta incomprensible. El señor Min le prohibió a Hoseok que leyera el libro en clase para mi y desde entonces estuve completamente jodido.
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Dominans |YoonMin|
FanfictionJimin tiene un problema de ansiedad por el estudio que le ha costado una clase reprobada y un curso extraordinario para poder recuperarla. Fuera de eso, siempre le ha gustado todo lo que tiene que ver con el kink. No lo ha experimentado, pero sabe...