💎 Nueve💎

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JIMIN

Las marcas de mordidas lentamente están borrándose de mi piel, pero la sensación sigue cosquilleando como un fantasma y la euforia se revive como un fuego que no quiere extinguirse, cada vez que recuerdo la última escena en el club, con el Maestro. Es adictivo en un nivel preocupante porque puedo revivir fielmente la sensación de dolor y placer cada vez que me estiro y siento el dulce ardor de la carne lastimada y eso sólo me hace recordar al dominante misterioso, el calor de su cuerpo cerniéndose sobre el mío, el toque de su boca por todos lados y la firme voz con la que me daba ordenes, obligándome de la mejor manera a hacer todo lo que él quisiera. La sedosidad de esa voz profunda que me hacía doblegarme a él y al placer más carnal que he conocido.

Joder. Su boca es mágica, no importa si estaba hablándome, mordiéndome o lamiéndome la polla, simplemente hace maravillas y estoy seguro que sus besos serían aún más mágicos, pero no habíamos hecho eso de besar todavía, o quizás era mejor si nunca llegábamos a hacerlo. Me estoy volviendo loco con sólo un par de sesiones.

Por eso me dije a mi mismo que no necesitaba ir al club otra vez. Que volverme dependiente del estilo de vida o de las escenas no era sano para mí. Incluso si disfruté de las únicas veces que fui y encontré al mismo Dom para actuar conmigo, aun si era un hecho que el subidón de endorfinas y la satisfacción sexual, mental y en cierto punto emocional habían ayudado a que la ansiedad disminuyera y yo pudiera estudiar sin tener un ataque.

Es que... mierda, había logrado completar un ensayo y leer más de un capítulo del maldito libro de la materia que estoy tratando de salvar en la última semana y media sin empezar a ver las letras volverse un remolino de manchas negras y que mi respiración se agitara por las repentinas nauseas de la conocida ansiedad, pero con todo el buen resultado, no serviría de nada depender de eso para funcionar como una persona normal, para sentirme como un ser humano igual que los demás.

Era pervertido en todas las formas imaginables y las que no. Desviación total que yo pudiera anclarme a tierra por las cosas que le permitía hacerme a un desconocido en un club dos veces a la semana. No es eso lo que yo debería querer, aunque no me avergüenzo exactamente de mis gustos, el hecho de que se vuelva algo tan necesario me asusta, no por necesitar de un dominante para el sumiso que definitivamente soy, sino por el pequeño detalle de que he empezado a desear que ese dominante sea el Maestro con el que me he enrollado en Dominans y eso es lo que más me asusta. Él es parte del espectáculo, de la retorcida cátedra kink que se imparte en el club y que no representa nada malo, pero justo él, el dominante oscuro con el que he estado fantaseando durante días está totalmente fuera de mi alcance.

Si bien ha jugado conmigo dos veces seguidas, eso no significa nada. Ni la forma en que domina cada parte de mi cuando está cerca, la forma en que él ordena y yo simplemente por un instinto primitivo obedezco porque tengo el profundo deseo de complacerlo y obtener después una recompensa a través del uso que le da a mi cuerpo o que me alaba cuando hago exactamente lo que dice y me diga amor, porque soy consciente de que es sólo un acto, que no es real y que muy probablemente les llame ‶amor″ a cada chico con el que sube a ese escenario y se presenta al público. No puedo enviciarme de él y el perfecto Dom que es. No es sano para mí porque una vez que se haya terminado el juego, cuando decida que ya fue suficiente de enseñarle a un novato me va a botar y elegirá a alguien más de entre los asistentes al club y yo volveré a ser el idiota con trastorno de ansiedad por el estudio que ni siquiera sabe por qué sufre de una condición tan extraña.

Por eso fue que decidí no volver al club. Al que fui en primer lugar porque Hoseok me animó y a dar el paso. El único que va a quedar mal parado en todo este asunto voy a ser yo y nadie más y lo comprobé esta tarde en la clase del profesor Min, en la que para mi sorpresa y la del mismo profesor tenía una respuesta que dar en la clase, pero no fue eso lo que me hizo sentir que estaba mal, sino la forma en que pude sentir la mirada del profesor sobre mi mientras parecía que no me daba cuenta y lo que me hizo sentir me llevó de vuelta a la última escena en el club, con el dominante oscuro y las cosas que me hizo experimentar.

Dominans |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora