💎 Siete 💎

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JIMIN

Hoseok se burló de mi por veinticuatro horas seguidas después de esa noche en Dominans. Pero entre las burlas por haberme dejado azotar por un desconocido y que ese tipo de cosas me excitara, también había un indicio de emoción en sus bromas. Le pareció muy romántico y cliché que haya conectado con un extraño así y que ese extraño haya sabido lo que yo necesitaba y cómo cuidar de mi en todo momento.

Es demasiado iluso por eso y se lo hice saber. La gente no crea conexiones íntimas de ese modo. Fue sólo mi propio impulso de intentar algo que había deseado por tanto tiempo, -que no recuerdo cuando empezó- y su misma insistencia en que una actividad que realmente me ayudara a relajarme era lo que necesitaba para mejorar mi concentración y evitar los ataques de ansiedad cada vez que intento ponerme frente a un libro y estudiar. No es cómo si por una noche dejando que un hombre sin rostro me diera un orgasmo después de hacerme volar al subespacio con un par de azotes fuera la manera de encontrar el amor, sin mencionar que muchos de los que asisten al club solamente buscan diversión.

Pero luego estaba yo, tan suelto en cuerpo y mente, a pesar del dolor en mi espalda, que más que incomodo era de alguna manera relajante, porque me hacía sentir que estoy vivo, que tengo -tuve- placer de esa manera y me sentí liberado. Me senté en mi pequeño escritorio y leí la mitad del capítulo sobre el que me pidió el ensayo el profesor Min y ni yo mismo me pude creer que realmente estaba leyendo párrafo tras párrafo sin sentir que se arremolinaban las palabras y se hacían un nudo en mi cabeza. Leyendo línea tras línea mientras en una parte paralela de mi cerebro se registraba la comezón de los rayones en mi espalda y la sensación se disparaba como electricidad por mi cuerpo y evitaba el colapso, dejándome llegar tan lejos como para escribir un par de hojas de un ensayo que estaba lejos de ser perfecto, pero tenía sentido y lo hice yo mismo sin la ayuda de Hobi y sin pasar por una batalla de tratar de acomodar frases sin sentido en mi memoria.

Y, joder. No me atreví a avergonzarme cuando mi mejor amigo se rio por horas y dijo que realmente estaba metido en cosas pervertidas al punto de haber encontrado una cura para mi ansiedad, luego se detuvo y me dijo que se alegraba de verdad por mí, por haber hecho que el trastorno ansioso desapareciera sin importar la manera en que lo hiciera y que no me quería menos por disfrutar de ser mancillado siempre y cuando los efectos fueran tan favorecedores para mí.

Y, aun así, después de haber terminado un trabajo escolar por mi cuenta, me encontré sin nada qué hacer por el fin de semana y reviviendo la noche que fui a Dominans por primera vez. Repasando el recuerdo del dominante oscuro, su mirada detrás del antifaz, la poca piel pálida que dejaba al descubierto el accesorio, esos labios finos que quise besar antes de que me ayudara a subir al taxi, sus manos acariciándome y calmando mi piel después de cada azote y la forma en que esas mismas manos me sostuvieron sobre su regazo y me hizo venir como un adolescente dentro de mis pantalones, exigiéndome con esa voz firme que me frotara sobre él y diciéndome al oído lo hermoso que era y lo buen chico que había sido. Todo fue un borrón de emociones y sensaciones y al mismo tiempo sentí que duró por siempre, hasta que la nube suave y algodonada abandonó mi cabeza tiempo después, pero dejando una estela de felicidad y euforia que duró por unos días más. Me encontré deseando verlo una vez más, dejar que me dominara una vez más, que me dijera que me pusiera de rodillas para él, que fuera bueno y le entregara mi cuerpo, mi placer, mi voluntad, para luego recompensarme con puro éxtasis.

Desconocido o no, algo dentro de mí me incitaba a confiar y ceder porque había tomado en cuenta mis límites y se había asegurado de que estaba bien en todo momento y me llevó a un lugar apartado para que nadie más que él pudiera ver cuando llegara a mi límite. Como si quisiera el privilegio para él solo.

—Lo verás de nuevo, deja de soñar despierto. —me sobresalté ante la voz de Hobi demasiado cerca para no haberlo visto venir —Sé que quieres que te vuelva a joder.

Dominans |YoonMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora