CLASES PRÁCTICAS

Capítulo 23

-Pare por donde pueda señorita.
(Realicé una parada cerca de una urbanización de chalets, todos monocromáticos que si no es por los jardines serían todos iguales, no recuerdo pasar nunca por aquí "dónde me ha llevado este tío" -me pregunté, rocé la rueda delantera con el bordillo de la acera, tanto practicar para cagarla al final, por suerte contará como falta leve, a no ser que Javi pueda convencerle de que no me la cuente, aunque es complicado, con la cara de vinagre que tiene este señor dudo mucho que incluso el mismísimo Dios pueda convencerle de algo)
(Me bajé del vehículo y tuve que esperar bajo el calor del mediodía, estaba sudada y tensa por los nervios aunque creo que no me salió tan mal como los otros, ya sé que me propuse no ponerme nerviosa, prometo que estaba relajada al principio pensando en lo que había hecho con Javi antes del examen, pero, a medida que iban pasando los minutos, la voz del examinador me parecía una tortura, solo quería tirarme del coche en marcha para no escuchar su voz de pito, no hacía falta que yo estuviese manejando, Javi podía hacerlo perfectamente desde su posición)
(Las puertas se abrieron y ¡por fin!, después de mucho hablar se bajaron, ¿por qué han tardado tanto?, ¿Tan mal lo he hecho?, Joder, otra vez no puedo suspender -(pensé en tono lastimero))
-Acérquese señorita.
(Temblaba igual que un perro mojado, el corazón se me saltó una marcha, Gerald tenía razón, estuve sometida a tanta presión que parecía que me hicieron desactivar una bomba)
-Tiene un par de fallos, le falta determinación a la hora de entrar en circulación giratoria, hubo un momento en que redujo muy brusco la marcha y el rozar la rueda con el bordillo también se le tendrá en cuenta. -(hizo una pausa dramática antes de seguir hablando, se veía que disfrutaba metiendo miedo a los alumnos, contuve la respiración como si eso suavizase el golpe, "suspenso" , esa palabra resonaba en mi cabeza, estaba sintiendo una ola de odio hacia el examinador, se comprende que el color de mis ojos me cambió porque Javi se puso nervioso, estuvo a punto de intervenir, olía el miedo que desprendía, y con razón, solo un zarpazo de mis garras y podría rajarle la garganta en segundos, respiré, me contuve, me preparé para recibir un bofetón emocional de parte de una persona que no sabe lo mucho que me he esforzado para llegar hasta donde estoy ahora, pues él, solo veía el resultado final no el trabajo que hay detrás, ni el dinero evidentemente)
-Pero, felicidades, está aprobada.
(Me desinflé como un globo, pude soltar el aire que estaba guardando, respiré hondo)
(El examinador me tendió la mano, y yo se la estreché, seguía queriendo matarlo después del mal trago que me había hecho pasar, ojalá tenga un día de mierda. No le di ni las gracias, fue suficiente un movimiento de cabeza, gracias ¿por qué?, No se las merecía, a pesar de aprobarme era un capullo, esas cosas también podemos sentirlas, ventajas de ser lupinos.)
(Lo vi marcharse cuesta abajo, no sabía a donde iba, allí no había nada, ni taxis ni paradas de buses, bueno, me daba igual, con suerte pisará una mierda de perro en el recorrido)
(Javi observó, estuvo mirando hasta que se alejó lo suficiente calle abajo.)
-¡Si, joder! -(exclamó alzando el puño, dirigió el dedo corazón en dirección a donde se había marchado el examinador) -Que te follen cabronazo.
(Javi fue hacia mí y sin darme tiempo a reaccionar me cogió en brazos dándome un beso de película, de los que nunca se olvidan)
-¡Lo conseguiste!
-Me has ayudado.
-¡¿Y qué?! , Esto no es mérito mío, sino tuyo lobita, ¿No estás feliz?
-Estoy en shock más bien.
-Bueno, ahora se te quita con un par de cervezas, vamos a celebrarlo, llama Gerald, vamos a recogerlo.
(Nos subimos al coche, me alivió estar en el asiento del copiloto, saqué el móvil y marqué el número de Gerald, cuando le conté que había aprobado, solo escuché un aullido)