Capítulo 29: Javi

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(Me puse a revisar el libro, mi abuela me lo había dejado en herencia, era el mismo libro que ella usaba para preparar sus mixturas, me había enseñado a preparar las hierbas, no sabía exactamente lo que estaba buscando, tenía que haber algún preparado de hierbas para conseguir lo que quería, encontré uno de vitalidad, podría funcionar, lo dejé marcado, encontré una mezcla que llevaba por titulo para "agudeza de los sentidos", no estaba seguro de si me serviría pero aún así lo marqué, seguí revisando y encontré unas páginas pegadas entre sí, no me había dado cuenta hasta ahora, me picó la curiosidad, así que decidí investigar, se me ocurrió hacerlo con un abridor de cartas, igual que en las películas, pero yo no tenía, así que salí del estudio hacia la cocina a por un cuchillo)
-¡Ahhh Dios!, Sele que susto.
(Me encontré en mitad del pasillo a oscuras, frente a unos ojos color ámbar intensos y brillantes, preparados para cazar)
-Perdón si te asusté, no era mi intención.
(Decidí encender la luz del pasillo, busqué el interruptor a oscuras, hasta que di con él)
-¿Qué haces despierta?
-¿Y tú?
-La costumbre de evitar mis preguntas ¿se te quitará algún día?
-No lo creo.
-Desobediente.
-Siempre, es mi naturaleza.
-Ufff, está bien, no podía dormir.
(Empezó a acariciarme la línea de vello que se formaba debajo de mi ombligo, de forma sutil, cada vez estaba más abajo hasta quedar cerca de la zona de mi entrepierna y como no, esta, reaccionó de forma automática, tensándose)
-Ummm, ¿me dejas jugar?, profe. -(lo dijo con una voz tan sexual, tan suave, tan dulce y picante, su mirada era tan juguetona, tan caliente...ya miraré el libro mañana, ahora mi loba me reclama)
-Te voy a dejar jugar, pero sé buena conmigo, no me muerdas.
-No te prometo nada.
(Me cogió de la mano y me guió al cuarto de juegos, tuve unas vistas impresionantes de su culo durante el recorrido)
(Llegamos al cuarto y empezamos a besarnos, a calentarnos, a tocarnos, a jugar, sentí calor y deseo, sentí la lujuria en ella, apartándose de mi, se fue hacia donde estaban las fustas y los látigos, empezó a acariciar el cuero)
-Loba, eso es ir muy deprisa.
-Eres tú quien me tiene dicho que debo de acelerar.
(Me acerqué a ella y la cogí por la barbilla)
-En el coche, bribona, aquí tenemos que ir en primera.
(Le di un beso en la punta de la nariz)
-Me gustan las marchas largas.
-Jajaja, eres una atrevida, deberías de aprender a contener tu lengua conmigo.
-No te quejabas de mi lengua cuando se movía haciéndote una mamada.
-Ven aquí insolente. -(la cogí de la cintura pegándola a mi cuerpo, ella se rió, su risa inundó el cuarto y la besé, la besé como si mi vida dependiese de ella) -Te propongo una cosa. -(le dije). -Vamos a seguir despacio, no en primera pero creo que en tercera está bien, contigo puedo permitirme saltarme una marcha.

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