Día 45

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Indrit se sentía de nuevo extraña, se sentía igual que cuando tuvo ese sueño con Amber y el chico ese, dónde los dos estaban en un acantilado, ¿Cómo habían dicho que se llamaba?

Erick

Eso, sentía esa misma sensación pero no podía estar soñando si estaba viendo su cuarto

— No has dormido...

Volteó hacia su cama y ahí vió a Amber y a ese mismo chico acostados, frunció el seño, Amber parecía más joven y otra vez solo tenía un piercing

Estaba soñando, pero en su sueño ellos estaban en la antigua habitación de Amber

— Porque no has venido a casa — Respondió el tal Erick y abrazó más a Amber — Mi cama se siente muy grande

— Ja ja, ¿Porque no duermes con André?

— ¿Y ver a las chicas que mete por la ventana? No gracias

Amber rió sin terminar el abrazo, de hecho estaba aferrada a él con los ojos cerrados como si su presencia le infundiera paz

— ¿Soy un monstruo?

Preguntó Amber

— Claro que no mi amor, eres mi bizcochito

Amber hizo una mueca 

— Ya deja de decirme así

— Sabes que aunque seas una bolita eres la única para mí ¿No?

Dijo el chico en tono burlón, a Amber no debió agradarle la broma porque lo empujó utilizando tanta fuerza que lo sacó de la cama

— Vale lo siento

Dijo Erick volviendo enseguida al lado de su novia

— Eres un imbécil

— Debe ser toooooda una tortura ver cómo el chico más sexy que has visto en tu vida está a tus pies

Amber puso los ojos en blanco pero haló de él hasta poder volverlo a abrazar, se notaba que estaba enamorada de él

— Clara va a preguntar que me pasó en el ojo

¿Ojo?

— Creo que tengo la solución — El chico se levantó y sacó de su bolso una bolsa de papel — Es para tí

Amber frunció el seño mientras se sentaba, Indrit notó la cortada en su ojo derecho, debía ser de eso de lo que hablaban

— ¿Que es eso?

— Ábrelo

Amber tomó la bolsa dudosa y sacó de ahí unas gafas oscuras con bordes blancos

Eran sus gafas, estaba viendo cuando Erick le regaló esas gafas

— ¿Gafas?

— Nadie verá esa cicatriz con estas. Póntelas

Amber obedeció, realmente tenía una cara muy... Inocente, joven, como si no supiera nada de la vida pero al ponerse las gafas era idéntica a la Amber actual

— ¿Que tal?

El chico no respondió enseguida, la miró con los ojos brillantes de amor

— Justo cuando pienso que no puedes ser más hermosa lo eres

Amber sonrió pero de repente su imagen dejó de ser nítida, Indrit intentó aclararse los ojos pero cuando volvió a ver con claridad ya no era la misma escena, seguía en la habitación pero ella y el chico estaban discutiendo

120 días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora