120 días

Día 58

Amber suspiró mirando a su alrededor mientras caminaba, comenzaba a pensar que se sentiría drogarse... Alia siempre parecía muy feliz, Indrit también... No, si lo hacía recordaría cosas con las que estaría más feliz con no saber, ni recordar

Solo una vez se drogó por diversión y fue porque Erick insistió, sintió tanto asco al saber que su padre biológico abusaba de ella que era apenas una criatura diminuta

Tanto como el que sentimos al ver a ese sujeto el otro día

Dejó de caminar, era cierto, se sentía asustada solo de pensar en eso, ¿Sería que...?

La música de rock en el tono de su celular la hizo dar un salto y olvidar lo que estaba pensando, no tuvo que ver el número para saber que era de Cris, puso los ojos en blanco, que pesado

Pensó en que él le había estado enviando mensajes, ¿Será que les echaba un vistazo? No, mejor solo poner el teléfono en silencio por ahora

•••

— Días sin ver a mi asesina más hermosa — Dijo Charlie alegremente cuando pasó al despacho — Te extrañé mucho

— Yo no a ti — Se quedó de pie frente a él — ¿Que ocurre?

— Que tienes un trabajo ¿Que más?

— ¿Y el sobre?

— No me refiero a ese tipo de trabajo querida

¿Y a que clase de trabajo se refería?

— Como me pongas una mano encima...

— Amber, es adorable el como me adviertes que me matarás si intento tocarte pero ambos sabemos que de decidirme a hacerlo tu no me detendrías por la misma razón por la que estás trabajando para mí

Sintió unas ganas intentas de dispararle que le recorrieron todo el cuerpo, pero Charlie tenía razón, por eso no estaba sacando el arma ahora

— Ya di lo que quieres

— Quiero que salgas con Braian

¿Eh? ¡Prefiero lo otro!

— Dime qué es una broma cruel

— No lindura, estoy hablando muy enserio

— ¿Porqué me torturas?

Charlie se encogió de hombros

— Es el pago que él a exigido por su último trabajo, no puedo hacer nada

— Puedes pero no quieres — No tenía opción de todos modos — ¿Cuánto vas a pagarme?

Charlie sonrió

— Todo mi amor siempre a sido para ti

— Serás idiota

— Es broma — Le guiñó el ojo — A menos que tú quieras — Amber comenzaba a tener cara homicida — Te pagaré el equivalente a tres trabajos y tendrás el resto del día libre

— No me va a acompañar de regreso

— Solo un helado

Hoy descubriremos cómo asesinar con un cono de galleta

...

— Me alegra que aceptaras

Dijo Braian que estaba feliz como un niño con juguete nuevo. Amber asintió sin decir nada, muchas cosas debía decirle al oído la zorra de ayer que estaba en sus piernas

— Amber — Dijo la mujer — ¿Así te llamas?

— Sí

— Es un nombre feo — Dijo ella en tono burlón