Día 31

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Tocó el timbre aún preguntándose qué hacía ahí

Cris le abrió casi enseguida, está vez sí tenía ropa normal, una simple camisa de bandas y uno jens azules, al parecer le gustaba ese color en su ropa porque siempre tenía algo de ese color

Él le sonrió

— Hola Amber

— Hola Crisie — Ella también sonrió y levantó la mano derecha en la que sostenía varias bolsas — Traje lo que me pediste aunque no tengo idea del porqué

— Venga pasa — Le dió espacio y tomó las bolsas — Bienvenida de nuevo

— Gracias — Volvió a escanear todo a su alrededor y bufó cuando notó la ausencia de un objeto imposible de olvidar — ¿Y la lámpara de spiderman?

Cris se sorprendió de que notara que ya no estaba, luego solo negó con la cabeza apenado

— Supuse que sería mejor tenerla en mi cuarto por si vinieras más seguido

Ella comenzó a reír al mismo tiempo que las mejillas de Cris se ponían rojas

— Bah, me gustaba, era original

— Gracias por decirlo cuando la sepulté en mi armario jurando no volverla a ver

Amber volvió a reír

— Eh, yo nunca te pedí que la dejaras — Lo miró de arriba a abajo divertida — La mirabas como si fuera el amor de tu vida

— Pues me acompañó muchas veces en mis desastres amorosos no te voy a mentir

Ella volvió a reír tomando una de las bolsas que Cris había dejado en la mesa

— El hermoso helado — Sostuvo en alto el recipiente — Lo mejor para las penas luego del ron

Y mira que lo dice una experta

...

Cris le dió el plato ya listo a Amber después de que esta apagara la estufa y ambos caminaron hacia el sofá para comer

— Eres buena cocinera

Dijo Cris devorando su comida como si hubiera estado privado de alimentos por días 

— Mis amigas no te dirían lo mismo — Amber miró su plato, la verdad es que no esperaba que le quedara tan bien — Una vez casi quemo el edificio

Sí y a Lia le dió algo cuando sus libros de primera edición se quemaron

— ¿Tus amigas? 

Dijo Cris

¿Estaba mal ser un poco más abierta?

— Son... Cómo hermanas, pero no las veo desde hace un tiempo

— ¿Porqué no?

— Porque.. — Masticó un poco de tomate — Braian

— ¿Ese gilipollas evita que veas a tus amigas?

— Puedo verlas pero... Es capaz de matarlas así que es mejor no hacerlo

Cris le sostuvo la mirada

— No sé cómo lo resistes

— No está tan mal — Cris la juzgó con la mirada lo que obligó a decir otra cosa — Trato de seguir tu consejo

Siguió comiendo

— Me mudé de su casa

Cris dió un respingo

— ¡¿Vives con él?!

Casi se ríe de la manera que chilló

— Vivía

120 días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora