Día 57

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Se levantó con algo de dolor de cabeza, puso una mueca al ver a Cris con la cara cubierta con su coleta. Se dió la vuelta y quitó el cabello de su cara, acarició su mandíbula

Trató de analizar por completo el rostro de Cris, quería recordarlo en caso de que no... Pudieran estar juntos. Pero la idea se le hizo triste

— Maldición Cris — Se quejó — ¿Que me hiciste? — Él murmuró algo pero no entendió que — Comienzo a enamorarme de ti idiota

Sabía perfectamente que no la escuchaba

— ¿Sabes el dolor que me vas a causar si me dejas? ¿Si me traicionas? — Volvió a acariciar su rostro — ¿Lo sabes?

Lo besó

— Eres un desgraciado

Cris seguía dormido, se levantó con cuidado, no sin antes darle un último beso, le gustaba hacerlo muy seguido pero no estaba segura si a él también

Luego de cambiarse caminó hacia el otro apartamento pero decidió no entrar cuando escuchó los ronquidos de las tres

Sacó el celular, tomó lo audífonos y salió a correr

Cris despertó unos diez minutos después, la cama de Amber era cómoda pero lo que le hacía amarla era que olía igual a ella, tomó la almohada a su lado y la atrajo hasta quedara en su cara

Se relamió los labios, tenía esa sensación dulce que siempre le quedaba cuando la besaba, no tenía ningún problema si ella lo había besado dormido pero prefería que estuviera despierto para corresponder

Vió a su alrededor, aún no había amanecido por completo ¿A dónde habría ido?

Lo que sea regresaría hambrienta así que preparó el desayuno, hizo el suficiente para que todos comieran pero hizo unos panqueques especiales para Amber, había descubierto que amaba el chocolate casi tanto como a sus gafas

...

Se detuvo en las escaleras sudando, había corrido de más pero necesitaba despejar la mente

Mientras subía las escaleras la imagen del que vió en la ventana volvió a su mente, él la miraba fijamente, no estuvo ahí por casualidad, quería que lo viera

No sabía porqué su cuerpo reaccionó así, con tanto... Terror, al ver esos ojos rojos sintió asco, como si supiera para que estaba ahí pero no lo recordaba

En vez de ponerse alerta esperaba jamás volver a verlo, rogaba porque así fuera

¿Quien es que nos da tanto miedo?

Justo cuando su vida estaba mejorando un poco

Suspiró y terminó de subir, el olor a panqueques, el mejor desayuno de todo el mundo le inundó las fosas nasales antes de abrir la puerta

Cris sabía quién era sin que tuviera que abrir la puerta. Amber entró buscando con la mirada la fuente del olor, pero solo podía fijarse en su top deportivo de malla y lo sudadita que estaba

— ¿Eso es chocolate? — Ella se acercó

— Sip — Sonrió — Casi están listos

Vió que se relamía los labios, quería besarla pero se le quemarían así que había que resistirse

— ¿Cris?

— ¿Sí?

— Nada

Se arrepintió de lo que iba a decir

— Puedes decirme lo que sea

Ella lo miró de una forma que no supo cómo interpretar

— Lo sé — Sonrió — Se te están quemando

120 días Donde viven las historias. Descúbrelo ahora