Día 7

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Estaba muy nerviosa

Sí, le emocionaba ver a sus padres pero seguía sin saber que decir después de prácticamente abandonarlos igual que lo hizo su hermano

Realmente había hecho mal, y la cosa empeoraba cuando se sentía tan mal que la única forma de apagar las voces era recurrir precisamente a las cosas que la mantenían prisionera

Lo bueno es que no estaba sola, Amber le aseguró que la iba a ayudar

Aunque aún no entendía porque

Negó con la cabeza dejando todos los pensamientos de lado y se levantó para verse en el espejo

Llevaba la camisa rosa que Hira le había comprado el otro día y unos pantalones cortos haciendo parecer que apenas se había levantado, era parte de la fachada

Se fijó en si estaba al menos medio peinada antes de salir a la sala de estar

Encontró a Hira que tenía una falda corta y una camiseta conservadora, estaba enfrente de una computadora buscando una especie de tesis, y a Lia estaba vestida mucho más juvenil que de costumbre, se había dejado el pelo suelto y todo

Solo faltaba ver a Amber con un traje de deportista

Que es mi familia — Dijo frunciendo el seño — No nos estamos preparando engañar a unos espías

Lia y Hira la miraron apenadas

— La costumbre — Dijo Lia medio sonrojada — Perdón

Negó con la cabeza, iba a seguir hablando cuando notó que Lia revisaba su celular

— Tus padres vienen subiendo — Entró en pánico — Y Amber dice que vienen con tus hermanos

Lo que faltaba

— Ah, bien, tendrán que aguantar a los mocosos

— No tengo problema con los niños — Dijo Lia

— Siempre y cuando no toquen nada de mí ropa — Dijo Hira

— ¿Y Amber?

Lia no tuvo ni que escribir porque el celular volvió a vibrar

— "Me da igual" — Leyó Lia con mala cara — Es la reina del cariño

Negó con la cabeza pero no tenía tiempo, se puso de acuerdo con ellas de fingir que estaba durmiendo y que fuera Lia quien abriera la puerta mientras Hira fingía trabajar

El timbre sonó y fue como si todas se preparan para la actuación. Hira tomó las hojas y fingió leerlas, Indrit corrió hacia el pasillo y Lia atravesó la sala desordenada para llegar hasta la puerta

— Oh — Dijo una vez que la abrió — ¿Son los padres de Indrit?

En la puerta había una mujer baja y sonriente, un hombre alto con los ojos azules, además de dos niños pequeños que se escondían en sus piernas

— Sí — Dijo la mujer — ¿Ella está aquí?

— Dormida — Lia puso los ojos en blanco muy natural — Pero sí ¿Quieren pasar?

Ellos asintieron, les dió espacio y entraron en la casa con una mueca pero para ellas fue como la señal de victoria

— Ejem — Dijo Lia — Hira, saluda

Hira levantó la vista antes de elevar la cejas y volver a sus cosas

— Es un gusto — Dijo Hira sin apartar la vista de la pantalla — Lo lamento, estoy haciendo una tesis

120 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora