3.- Secretos.

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Pablo

⌚7:27 a.m. 9/Sep/2017

Tenía cosas que hacer desde temprano así que me fui.

La historia de Maritza me sorprendió. Mi vida igual fue difícil. Desde los 17 me salí de mi casa igualmente. Me fui a vivir con Mia y Manu. Tocabamos en un boliche hasta que porfin decidimos iniciar una banda. Manuel decidió invitar a su mejor amiga por su situación. Aceptamos Mia y yo. No soy mucho de convivir. Tenemos un canal de YouTube donde igual subimos cosas. Mientras no encontramos editor yo editó aunque casi no subimos nada. Somos solo 3, asique somos inactivos.

Llegue a la casa a las 6 p.m. Estaban los 3 cenando.

—Hola— me saludo Manuel -¿Donde estabas?

—Fui a comprar cosas.

—¿Porque no me llevaste?- se quejó Mia por lo que Maritza río.

—Fui con Tomás.

—A bueno. Veni, sentate. Compramos ramen.

—Gracias, no tengo hambre.

—Sentate ya a comer, Pablo, nunca comes nada— dijo Mia.

—Bueno, bueno— me senté. Maritza solo veía.

—Mari, mañana vas a a grabar el primer vídeo— le dijo Manuel.

—Lo se, estoy nerviosa. ¿Que tal si le caigo mal a los fans?

—Le caíste bien a Pablo, es difícil que a sus fans les caigas mal— le dijo Mia y reimos.

—Cuando agarro confianza soy más carismático— me defendí —Si me caes bien.

—La verdad que si— dijo Manuel.

—Conseguí un cuarto en lo que rentan o compran la casa— dijo Maritza.

—¿Porque no te quedas? No se, hay 3 cuartos.

—Te podes dormir en el mío— le dijo Mia mientras sonreía —Serán divertidas las pijamadas diarias.

—Claro, gracias. Pero de verdad, no quiero molestar.

—No molestas— dije.

—Chaparra, te invite para que te diviertas. No para sentirte un estorbo.

—Bueno, gracias.

—Si te quedas puedes conocernos más— le dije.

—Entonces me quedo.

—Genial, vamos arriba, tenemos que alistar las mascarillas— subieron las dos corriendo.

—¿Paso algo anoche?— me pregunto Manuel raspando su barbilla sonriendo.

—No, nada.

—Mhmm.

—No, enserio. Solo hablabamos de la vida.

—¿Desde cuanto sos tan filosófico?

—Desde nunca— reimos —Y Me contó lo de su viejo.

—Necesito que me respondas la verdad.

—¿Que verdad?

—Eso no era maquillaje— nos quedamos en silencio —¡Mierda!— golpeo la mesa.

—Calmate, ni te respondi.

—Decime la verdad entonces.

—Supuse que no te debía decir nada.

—¡No! Soy su mejor amigo.

Maritza

Estábamos arriba sacando diademas y cremas cuando escuchamos gritos de Manuel.

El deseo de amar para siempre. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora