Narra Maritza
⌚️9:24 a.m. 07/Dic/2018🗓
Pasó un mes. Hemos ido a cantar al boliche dos veces por semana y estamos re enamorados de todo. Con Nadia las cosas ya van mejor. Pablo habla con ella en las noches antes de que ella duerma y entre todos nos sentimos mejor que nunca. Yo de vez en cuando hablo con mamá. Empezó sus shows y ahora ya casi no hablamos. La extraño mucho.
Hoy, Luna salió con Nico y los chicos fueron a celebrar su aniversario a no se donde. No quisieron decirnos y mejor no saberlo.
-Hola.- dijo Pablo sentándose a mi lado en el puff de la sala.
-Hola.- respondí y besé su mejilla.
-¿Qué haces?
-Buscando que peli ver. ¿Por?
-No, nada. Tenía pensado hacer algo con vos.
-¿Se puede saber qué?
-No. Te importa más la televisión que yo, así que quédate.- dijo molestandome.
-No seas bruto.- golpeé su hombro. -Decime, dale.
-No. No te lo voy a decir. Pero es en la noche, así que ahora no hay problema.
-Esta bien.
-Hoy toca ir al chequeo de Maya, otra vez. Ah, y las vacunas.
-Ya perdí la cuenta de cuantas veces desde el último mes hemos pisado la veterinaria.- suspiré.
-Maya ya esta bien. La doctora dijo que solo es vacunarlos y ver las últimas cosas.
-Lo sé. Espero ya no tenga nada.
-Ya no tiene nada. Su popo sale normal y se ve más activa.
-Son un amor los perros.
-¿Cómo yo?
-Si, así como vos.- le di un beso.
Me iba a separar pero le me sostuvo la quijada para seguirme el beso, lo cual me dejó sorprendida. Mordió, chupó y lamió mi labio inferior y yo gemí. Nos di vuelta haciendo que su espalda toqué el puff y yo quedé a horcajadas sobre él. Llevé mis labios a su cuello, mordiendo y besando. Tiró su cabeza hacia atrás y sentí sus pelos de punta. Volví a su boca y su lengua se deslizó con la mía. Ese sabor tan dulce y picante a la vez, como me encanta. Sentí un bulto debajo de mi y sonreí con picardía.
-Me encantan tu besos.- confesé cuando nos separamos.
-No parece. Necesitaré otra demostración.-dijo y me cargó llevandome a su cuarto, tirandome a la cama.
-Vamos, besame de vuelta.- dije y me volvió a besar.
Ahora a él le tocaba estar sobre mi. Sus manos acariciaron mis brazos haciendo que muchos nervios se apoderacen de mi.
-¡Hola!- escuchamos una voz, que para mi, ya era algo conocida, afuera.-¡¿Está Pablo?!
-Parece que nuestra sesión de besos queda hasta aquí, por hoy.- dije jadeando y él se paró, frustrado.
-No se quedará así hoy.- dijo parándose y sonreí.
-Antes de salir, tenes que solucionar tu problema.- dije viendo su entrepierna con algo de vergüenza.
-Yo... lo siento. Fue tu culpa.- se excusó jugando y reí mientras rodaba los ojos.
-Ve, anda a ver quien es y que quiere.
-¿Podes ir vos? Recordé que tengo que limpiar lo que tire en la mañana por accidente.
-Claro.- dije y se fue al closet.
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El deseo de amar para siempre. Pablizza
FanfictionMaritza huye de su casa para seguir sus sueños con su mejor amigo, Manuel, su esperar todo lo que le llega a la vida.