6.- Sorpresa.

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Narra Pablo

Los chicos finalmente se fueron y quedamos nosotros cuatro.

-Iré a ver a mi mamá- dijo Maritza.

-No, pará- Mia la detuvo.

-Dale, quiero ir con mamá.

-Espérate un poco- se la llevó y me quedé con Manuel. Nos miramos confundidos pero le restamos importancia.

-¿Una reta?- preguntó y salimos a la sala.

-Oh, hola, muchachos- Hilda estaba tejiendo y Sonia no estaba- ¿Iban a estar acá?

-Tranquila, no molesta- le dije y nos pusimos a jugar. Hilda nos regañó muchas veces por gritar pero de vez en cuando se no escapaba un grito. Después de dos partidas no fuimos a dormir.

⌚10:39 a.m. 3/Oct/2018

En la mañana no me quería parar de la cama.

-Despertate, rubia- Manuel me movía bruscamente.

-Pará- me quejé.

-Esta la "Señora Sonia" abajo, esperándonos- se burló por como la llame ayer.

-Cállate- me levante de la cama de mala gana. La miré toda destendida y me fui al baño. Manuel salió y me di una ducha.

Mientras me duchaba pensaba en... ¿Maritza? Oh, Dios, no. Ella es menor, porfavor, Pablo. Pero no lo puedo negar ¡me llama tanto la atención! O talvez solo la vea como Feli. Una hermana menor con una cercana conexión. Lo raro es que ni me ha gustado que otras amigas se acerquen a darme un beso en la mejilla de saludo. Con ella es algo diferente.

Me coloqué la toalla en la cintura y me pase el peina por el pelo rápido. Salí y...

-Oh- Maritza estaba afuera y se tapó los ojos- Lo siento, mi madre me mandó a llamarte- seguía con los ojos cubiertos.

-Claro...

-Bueno, eso. Solo apúrate- se destapo los ojos rápido para después salir apresuradamente.

Uff. Bueno, da igual. ¿A quién engaño? ¡No! ¡Que maldita vergüenza!

Me vestí y subí el video de ayer. Salí de mi pieza y fui con los demás.

-Apúrate, Pablo. Se nos va la hora- me dijo Mia y entramos corriendo al auto.

Sonia se subió de copiloto a mi lado y Maritza con Mia y Manuel.

-Que horror estar acá con ustedes dos- se quejó Maritza.

-Es que vos nunca sabrás lo que es estar enamorado- le contestó Mia y Manuel beso su nariz. Maritza mordió su labio inferior y rodó los ojos.

-Cuando estés enamorada, hija, sabrás lo que se siente- Mia miró a Maritza discretamente y Maritza le susurro algo- Vos, Pablo, ¿no estas con nadie?

-Yo no. Nunca.

-Es un virgen de primera- dijo Manu riendo.

El deseo de amar para siempre. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora