22.- Acertado.

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Narra Maritza

️5:24 p.m. 14/Enero/2018🗓

-Manuel, debo hablar con vos.- él se dio la vuelta y miro mi camisón que me llegaba debajo de las rodillas.

-Chaparra, ve a misa, aún es temprano-. me lanzó una almohada.

-Manuel, esto es enserio.- se acercó más a mi y vio mi cara roja e hinchada.

-Ey, ¿qué pasa? ¿Porqué lloras?- apuntó a la silla de su escritorio y me senté.

-Debo volver, Manuel.

-¿Qué?

-Lo que oíste.

-¡¿Porqué?! Marizza, no podes irte. Esto ha sido muy difícil.

-Pero no grites, porfavor no lo hagas, no quiero que escuchen. Debo irme a México otra vez.


-No, eso no. Ya estas acá, allá esta Fabrizio, estarás menos segura allá.

-¡Vos no me mandas!

-Haber, Marizza...- suspiró y bajo la voz- No podes irte.

-Mira, si el problema es por la banda, yo puedo arreglarlo y...

-No es por la puta banda.- escuchamos un golpe en su puerta y nos asustamos.

-¿Quien está espiando?- pregunté acercándome. Mia y Pablo abrieron para meter sus cabeza.- ¡Son unas chusmas!

-Marizza, calmate ya.- me dijo Manuel.

-¡No! ¡No me puedo calmar si nadie en este puto mundo entiende como me siento!- salí golpeando a Mia y a Pablo con mi hombro y entré a mi cuarto cerrando la puerta de un porrazo.

Me escondí debajo de la sabana y mis lagrimas me comenzaron a ahogar. Alguien tocó la puerta y solo lancé un cojín.

-¡Lárgate!- grité. Se notaba mis voz entrecortada. Pasaron 30 segundos y escuché que jugaban con la manija de la puerta.- ¡Dejame en paz!- la puerta se abrió pero no pude ver quien era.

-Mar...- Pablo entró y cerró la puerta.

-¿Nadie entiende lo que es la privacidad?

-Talvez, pero también sé que es la angustia.- me quito las cobijas y me miró.

-¿Qué me ves? Andate. Parece que no entendes nada.

-¿Qué te pasa? Vos no eres así.

Lo sé.

-Déjate de joder, era una careta, ¿si?- me volví a cubrir y escuché como soltó una carcajada.

-Marizza Pía Spirito, la chica más sincera de todas con una careta.- me volví a des cubrir y lo mire molesta. Él estaba con una sonrisa.

-¿Porqué no me dejan en paz?

-¿Porqué no explicas porqué estas así?, ¿porqué te queres ir?- paso un mechón de cabello detrás de mi oreja y me miró buscando una respuesta. No podía mentir más. Es más que obvio que todos saben que bien no estoy. Lo mire con tristeza y acaricié su mejilla. Me acerqué a él y le di un peqieño beso en los labios- No sé qué es lo que te pasa pero todos queremos que estés bien.- susurró.

El deseo de amar para siempre. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora