9.- Amores y engaños.

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Narra Maritza

9:33 a.m. 19/Oct/2017

Cuando me desperté, me quedé hablando con Luji. Ella siempre está para mí. Nunca me juzga, siempre me alienta. Es la mejor, mejor amiga.

Llamada

Luján: ¿Así que me estas cambiando por otros chicos? Esta bien, fingiré que no me duele.

Maritza: Deja de ser tan dramática, Luji. Obvio no. Pero claramente voy a hacer más amigos si me mudo de país.

Luján: Tranquila, solo bromeaba.

Reímos.

Luján: ¿Y Pablo? Si es ese buen chico que tanto dices, bueno, ahora que lo conoces más.

Maritza: Pablo es increíble, no sabes. Anoche nos besamos y, bueno, por accidente dormimos juntos.

Luján: ¡Mierda, Maritza! ¡¿Qué?!

Maritza:¡No! No es como tú piensas. Lo juro. Ayer encontramos unos perros, hablamos mientras estábamos en la veterinaria, bueno, no hablamos, en realidad peleamos. Pero cuando hablamos más tranquilos, nos besamos. Después, lo abracé y nos quedamos dormidos.

Luján: ¡Que lindo! ¿Puedo ver a los perros?

Maritza: Más tarde. Anoche los bañaron y hoy nos los regresan. Solo que uno tiene parvovirus. Espero que con la ayuda de Pablo, lo salvemos.

Luján: Sos amante de los animales desde niña, lo salvarás. Confío en vos.

Sonreí.

Maritza: Bueno, mi queridísima Luji, te dejo porque de hecho, vamos ahora por los perros.

Luján: Okye, Mari, hablamos más tarde, te amo.

Maritza: Te amo más, chao.

Fin de la llamada

Me vestí, peiné con dos coletas y salí de mi cuarto.

-Hola, chaparritza- Manuel igual iba saliendo de su cuarto. Lo mire raro por la manera en que me llamó pero me reí.

-Buenos días, rubia teñida- besé su mejilla.

-Te ves muy feliz. ¿Pasó algo?

-Hablamos luego, te amo- bajé corriendo las escaleras y estaba Pablo desayunando -Buenaas- besé su mejilla y cuando me iba a sentar, me jaló el brazo.

-Pará- lo miré y me dio un beso rápido en los labios.

-Gracias por eso- reí y ahora si me senté.

-¿Vamos por los perros?

-Si. Luján los quiere conocer.

-¿Tu amiga?

-La misma.

-¿Hablaste con ella hoy?- asentí y sonrío -Juro que pensé que le decías "te amo" a otro chico y me querías como el cuerno- lo miré mal.

-Asco, no. ¿Porque te pensas eso de mi?- me paré de mi asiento.

-Era una broma- río y me volvió a tomar del brazo y me sentó en sus piernas.

-Más vale- le di un pequeño beso en los labios y me sonrió.

-Bueno, ya. No perdamos más tiempo- me tomó de la mano y salimos rápido antes de que nos vean. Subimos al coche y conecté mi Bluetooth para poner música.

Llegamos rápido por los perros. Ambos se veían lindos, solo que uno más cansado que otro. Eran dos pequeños pitbulls, una hembra y otro macho. Uno era color crema de leche con su pecho blanco y en las patitas y el macho era color chocolate con ojos de diferente color. Eran bastante lindos.

El deseo de amar para siempre. PablizzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora