Al día siguiente, Darío invita a Horacio y a Andrea a cenar en un restaurante porque quiere saber más cosas sobre el matrimonio de ellos.
Pero antes Andrea va a comprarse un vestido de fiesta más grande porque el embarazo ya se le empieza a notar y no le viene ninguno de los que tiene. Cuando sale del Rancho del Junco nota que un coche la está siguiendo pero por el espejo retrovisor no distingue quien es la persona que la sigue. Al llegar al centro comercial parece que el coche no la sigue. Pero cuando se baja del coche, ve a alguien que se le acerca, es Samuel.
-¿Qué haces persiguiéndome?-pregunta gritando Andrea.
-Yo solo venía al centro comercial a hacer unas compras y cálmate que estás embarazada.-dice Samuel.
-¿Pero tú te crees que yo soy tonta?-pregunta Andrea que sigue gritando.
-Yo solo creo que tú eres la mujer a la que yo amo.-dice Samuel mirando con ojos de enamorado a Andrea.
-No quiere que me digas que me amas, no quiere que me hables y no quiero que me persigas.-dice Andrea gritando.
-Como tú quieras, brujita.-dice Samuel.
-Te odio cada día más.-dice Andrea que vuelve a gritar.
-Y yo te a ti te amo cada día más.-dice Samuel gritando.
Andrea entra enfadada en la tienda del centro comercial compra el vestido de fiesta y vuelve al Rancho del Junco.
Por la noche, Samuel está cenando con unos inversionistas del banco cuando ve entrar a Andrea en el restaurante se le pone una sonrisa de felicidad. Andrea también ve a Samuel pero se hace la disimulada y se sienta con Darío y Horacio.
Andrea se disculpa y va al baño con la intención de que Samuel vaya detrás de ella.
Samuel que la ve ir hacia el baño, se disculpa con los inversionistas y va al baño.
Cuando Samuel entra en el baño, Andrea le sonríe.
-¿Te has dado cuenta qué este es el baño de mujeres?-pregunta gritando Andrea.
-Sí, pero vengo a buscarte a ti. Además, no hace falta que cada vez que me ves me grites.-dice Samuel.
-Sigues siendo el obrero mugroso que trabajaba en mi casa.-dice Andrea gritando.
-Pero si tú no me has visto trabajando en tu casa.-dice
-No te vi, pero no creo que hayas cambiado mucho. Aunque el mono se vista de seda mono se queda.-dice gritando Andrea.
-Ese dicho no es así.-dice Samuel.
-Me da igual. Sal del baño ahora mismo sino quieres que grite.-dice gritando Andrea.
-Si ya estás gritando. ¿Vas a gritar más?-pregunta riéndose Samuel.
-Te odio.-dice gritando Andrea.
-¿Cada vez qué me ves, te vas a despedir de mí diciéndome te odio?-pregunta Samuel.
-Sí, solo te digo lo que siento.-dice gritando Andrea.
-A mí me gustaría que me dieras un beso o me dijeras te amo y como sé que no me lo vas a decir te lo digo yo, te amo.-dice Samuel.
Andrea sale del baño enfadada pero en el fondo es feliz cada vez que escucha que Samuel le dice que la ama y Samuel sonríe. Después sale del baño Samuel y se sienta en la mesa con los inversionistas. Una hora después, Darío, Horacio y Andrea salen del restaurante. Y detrás salen Samuel y los inversionistas.
Cuando Horacio y Andrea llegan al Rancho del Junco, Andrea se va a los establos.
Cuando Samuel llega al Rancho Alcázar se encuentra a Arturo y a Flavio con unos mariachis. Arturo y Flavio le explican a Samuel que van a llevarle serenata a Sofía y a Irina y Samuel decide ir a acompañarlos al Rancho del Junco.
Cuando llegan al Rancho del Junco comienza a sonar la música.
Sofía e Irina se asoman a la ventana y ven a Arturo y a Flavio cantando y sonríen.
Andrea en los establos escucha la música y se asoma para ver quien es.
-¿Esperabas qué yo también estuviera ahí cantando junto a mis hermanos?-pregunta Samuel.
-Yo no espero nada de ti.-dice Andrea.
-Pues yo también he venido a darte una serenata pero individual.-dice Samuel.
-No me hagas reír.-dice Andrea.
-Eso es lo que yo quiero que te rías y que seas feliz.-dice Samuel sonriendo.
-Estás loco.-dice Andrea.
-Cuando me encuentro sin ti, todo se siente tan gris, todo se ve tan vacío. Y mientras tanto yo aquí, sigo esperando por ti, sigo esperando. Como explicarte de verdad lo que te quiero. Si el corazón me pide quererte más, besarte más y así juntos hasta el final. Acércate, que quiero tomarte de la mano. Entrégate y déjame amarte amor oooooooooooh. No, no te olvides de mí, sigo esperando por ti, sigo esperando. Si el corazón me pide quererte más, besarte más y así juntos hasta el final. Acércate que quiero tomarte de la mano. Entrégate y déjame amarte amor oooooooooooh. Déjame, déjame, déjame, déjame amarte ieeeeeeeeeh. Déjame, déjame, déjame, déjame amarte. Entrégate.-canta Samuel al oído a Andrea.
-¿Ya has acabado?-pregunta Andrea.
-Sí. ¿Te ha gustado?- responde y pregunta Samuel contento.
-Cantas muy bien, pero ya te puedes ir.-dice Andrea seria.
-¿Qué?-pregunta Samuel sorprendido.
-Que te vayas.-dice Andrea.
-Como quieras.-dice Samuel.
-Espera, se me ha olvidado decirte algo.-dice Andrea riéndose.
-¿Qué me vas a decir?-pregunta Samuel contento.
-Te odio.-responde Andrea.
-Yo te amo. Yo voy a hacer que ese odio que sientes por mí se convierta en amor.-dice Samuel.
Samuel se va hacia donde están sus hermanos y Andrea se queda en los establos suspirando porque no sabe como puede estar tan cerca de Samuel y no besarlo.