Capítulo 32 Samuel le regala a Andrea una rosa y un peluche

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Samuel se va al Rancho Alcázar y entra en su despacho llorando. Samuel piensa que no se va a dar por vencido tan fácilmente y va a seguir luchando por Andrea.

Andrea llega al Rancho del Junco y sube a la habitación de Sofía llorando.

-Arturito te quiero. Sabes vas a tener un primita que es hija de tu tío Samuel y mía, pero nadie lo sabe excepto tu mamá.-dice Andrea tomando a Arturito.

-¿Qué ha pasado, Andrea? ¿Por qué lloras?-pregunta Sofía entrando en su habitación.

-He visto a Samuel en los límites de los ranchos y le he dicho que lo nuestro se ha terminado.-responde Andrea llorando.

-Te estás equivocando.-dice Sofía.

-Es lo mejor para todos.-dice Andrea.

-Eso es lo que tú piensas, pero no es así. Ya te darás cuenta.-dice Sofía cogiendo a Arturito.

Samuel decide ir a la playa a pensar, llega a la playa y se sienta en la arena. Cuando ve que hay una casa al lado de la casa de los del Junco y que está en venta y llama a su abogado. Samuel le dice a su abogado que haga los trámites necesarios para que mañana pueda comprar esa casa.

Al día siguiente, Samuel va a la notaría, firma la compra de la casa y la pone a nombre de Andrea del Junco Belmonte y de su hija cuando nazca.

Samuel contrata a un decorador para que decore la casa.

Pasa una semana, por la mañana Samuel se levanta y llama a Andrea, y sorprendentemente Andrea le coge el teléfono.

-Brujita necesito hablar contigo.-dice Samuel.

-Yo ya te he dicho mi decisión.-dice Andrea.

-Por favor, es algo importante. Después de que hablemos hoy, sino quieres volver a verme ni hablar conmigo, lo voy a entender.-dice Samuel.

-Está bien. ¿Dónde nos vemos?-pregunta Andrea.

-En la playa, a las nueve de la noche.-dice Samuel.

-Ahí nos vemos.-dice Andrea.

De camino a la playa Samuel para en el centro comercial y compra una rosa roja y un peluche pequeño rosa con el nombre de Andrea.

Cuando llega a la playa, Samuel va a la nueva casa y deja en el salón la rosa y el peluche. Después va a la playa, donde Andrea está sentada en la arena.

-Buenas noches, brujita.-dice Samuel tapándole los ojos con una venda a Andrea.

-¿Qué haces?-pregunta Andrea.

-Voy a darte una sorpresa.-dice Samuel.

-Estás loco.-dice Andrea.

-Loco y muy enamorado de ti.-dice Samuel.

-Eres el amor de mi vida.-dice Andrea.

-Me encanta que me digas eso.-dice Samuel.

-A mí me encantas tú, aunque nuestro amor no sea posible.-dice Andrea.

Samuel lleva a Andrea dentro de la nueva casa y le quita la venda de los ojos.

-¿Te gusta?-pregunta Samuel sonriendo.

-Está preciosa. ¿De quién es esta casa?-pregunta Andrea.

-Esta casa es la que está al lado de la tuya, es tuya y de tu hija.-dice Samuel.

-Yo no puedo aceptar esto.-dice Andrea.

-Claro que puedes, es un regalo para las dos y puede ser nuestro lugar para estar solos.-dice Samuel.

-No me puedo negar porque te amo tanto.-dice Andrea besando a Samuel.

-¿Eso quiere decir qué vamos a seguir viéndonos?-pregunta Samuel.

-Sí, pero a escondidas.-responde Andrea.

-Como quiera mi brujita, a mí solo me importa estar a tu lado y al lado de mi princesita.-dice Samuel besando a Andrea.

-Eres la mejor persona que he conocido.-dice Andrea.

-Toma esto es para ti.-dice Samuel dándole la rosa y el peluche a Andrea.

-Qué bonito. Gracias, bobito.-dice Andrea besando a Samuel.

-Todos los días te voy a regalar una rosa y un peluche con un nombre diferente de niña para que puedas elegir que nombre ponerle a nuestra hija.-dice Samuel.

-Te amo, bobito.-dice Andrea.

-Me encanta cuando me dices que me amas.-dice Samuel besando a Andrea.

-Nos tenemos que ir.-dice Andrea.

-Es pronto. ¿Por qué no nos quedamos aquí a pasar la noche?-pregunta Samuel.

-Porque tendría problemas con mi familia.-responde Andrea.

-Entonces vamos.-dice Samuel.

-¿Esta casa también tiene piscina?-pregunta Andrea.

-Sí, mira ven conmigo y te enseño la piscina.-dice Samuel.

-Es muy grande.-dice Andrea.

Samuel besa a Andrea y la empuja y se caen los dos dentro de la piscina.

-Te amo.-dice Samuel.

-Ahora voy a llegar a mi casa mojada.-dice Andrea.

-Nos esperamos a que te seques.-dice Samuel.

-No que me vas a terminar convenciendo de quedarme contigo.-dice Andrea.

-Entonces sigo insistiendo.-dice Samuel riéndose.

-No, vámonos ya.-dice Andrea.

Samuel acompaña a Andrea hasta el Rancho del Junco cada uno en su coche y luego Samuel se va al Rancho Alcázar.




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