Mes Kiribaku 2023

Día 12 - Playa

FEM!KRBK
Bakugo sirena (mitología griega), Kirishima Pirata. Fem!krbk. Secuela de mi historia "mitología" del año pasado.

El mismo balsa que la trajo a ella, fue la que las llevó a la playa. No podía creer que estuviera ahí, que por fin había dejado aquella prisión de rocas, que su cuerpo volvió a ser el mismo de hace siglos, que pudiera estar con ella.

Cayó de rodillas, tomando en sus manos la arena, sintiendo entre sus dedos, la humedad y los granos. Sonriendo, riendo al ver que no era un sueño, que de verdad era libre.

-¿Princesa?- su acompañante le habló, tomando su hombro arrodillándose junto a ella - ¿Estás bien?

Casi le sacó el aire a la chica al aventrase a sus brazos, llorando.

-Gracias- se aferró a ella- gracias, gracias, gracias...

-Ey- la separó un poco para tomar sus mejillas suavemente- no tienes que agradecer.

-Me salvaste -sonrió aún con las lágrimas rodando, tomando las manos con las suyas- Me trajiste de vuelta a tierra, me devolviste mi cuerpo... No sé cómo agradecerte.

-Puedes... -la pirata se sonrojó, mirando hacia otro lado- Puedes quedarte conmigo.

-Eso ya lo haré -rieron tocando sus frentes- busquemos a tu tripulación.

Caminaron hacia el pueblo, el reinado que alguna conoció se había terminado. La familia al mando era otra, completamente alejada de la que había traicionado. Ya no había nadie que pudiera reconocerla, nadie que la busque o ataque, era una simple extranjera.

La pirata le contó todo lo que sabía, de cómo su leyenda se volvió lo más llamativo del reino. Lo que ocurrió con su familia y con la de su ex-prometido, por suerte, su partida no afectó demasiado, sus seres queridos vivieron tranquilos el resto de sus vidas, pensando que ella había huido. Se conformó con saber que no sufrieron, que nunca se enteraron que ella era la sirena que maldecía sus barcos y eso era suficiente consuelo.

-Tengo noticias -le llamó la pelirroja, al darle una manzana que robó- Mi barco está en el reino Rodas, no está lejos, pero tendremos que dormir en la playa.

La ex-sirena la miró extrañada. No creía que acabaría durmiendo en su cama gigante en su antiguo castillo, pero por lo menos podrían dormir en un posada.

-Todo mi dinero está en el barco y estoy segura que mi tripulación es tan estúpida que no me han buscado. Además es más fácil llegar a Rodas si seguimos el camino de la playa, el paso esta a una hora de aquí.

-Entonces durmiremos como animales.

-Yo diría que a la luz de la luna- se acostó como si nada, enterrándose en la arena- por cierto, ¿Estás segura de hacer esto?

-¿A qué te refieres?

-Volver al mar, no me imagino lo traumático que fue estar sola tanto tiempo... Podemos quedarnos en tierra una temporada...

-Está bien, no tengo nada en tierra y... Supongo que mientras estés conmigo, estaré bien.

-¿Segura? Podríamos buscar a tu familia o...

-Mi familia se fue hace mucho...  Y aunque reclame el trono estoy casi segura que habrá problemas. Me quedaré contigo y tu tripulación.

-Seremos tu nueva familia entonces.

-Sí.

.
.
.
.
.

La noche era tan tranquila como las olas, la pirata dormía a su lado plácidamente, sus brazos abrazando el suyo y la princesa simplemente miraba al cielo.

Era su primera noche después de ser liberada, de estar de nuevo en tierra, de estar con quién rompió su hechizo, demostrando ser el amor de su vida. Pero no podía dormir, creyendo que al despertar todo se acabaría, que volvería a su prisión, que nunca estaría con ella.

-Puedes dormir tranquila- escuchó una voz, levantándose de golpe - no se preocupe princesa, no volverá a sufrir de nuevo.

-¿Quién anda ahí?- cubrió a su amante, protegiéndola de la desconocida voz.

-No te preocupes, yo misma fui quién te la envió- ante ella una joven con una túnica elegante- Te liberé del hechizo de mi padre y ahora te pido cuides de ella.

-¿Tu padre? -se pusó más a la defensiva- ¿Quién eres, una diosa?

-Así es- sonrió acercándose a ellas dos- Mi nombre es Rodo, su madre -señaló a la chica durmiente.

-¿Su madre? No es posible.

-Tú y yo hemos sufrido demasiado por culpa de mi padre... Es por eso que las uní, para que ella finalmente sea feliz y tú puedas ser libre.

-¿Por que harías eso? ¿Por qué darle a un monstruo tu propia hija?

-Pero ya no eres un monstruo, gracias a ella y ella ya no estará tan sola, gracias a ti...- se levantó- Ahora duerme, partirán temprano.

-¿En serio nos estás ayudando?

-Por supuesto - sonrió al aparecer del otro lado, arrodillándose para besar la cabeza de la pirata- dulces sueños.

-¿Ya no habrá más maldiciones?

-Si prometes amarla para siempre...

-Lo prometo.

-En ese caso, que tengan un buen viaje.

Así cómo la dama apareció, se fue, la princesa sintiendo su corazón más ligero, volvió a acostarse en la arena, acurracándose al lado de la otra chica, besando su mejilla y usar las olas para arrullarse.

Fin.

La primera parte la puedes leer aquí (Mes Kiribaku 2022): https://www.wattpad.com/story/318115176?utm_source=android&utm_medium=link&utm_content=share_reading&wp_page=reading&wp_uname=faulty_robocat&wp_originator=SUxhs6vIzGiaPS0JTEF%2BQajb0v1DfBmN5SAYs6AMdLCo0O3FY30iUSUs42f1F9B8AsexL6c9XUc9DGqpTi4nF3Fk6Pl87LtUY2OcC5ItymvMSI%2FeOFXtFvN12oSfLuiC

Canción de inspiración: La dama del mar por Magö de Oz.