Día 5 - Fantasía

56 9 0
                                    

Advertencia de contenido: mal entendidos con final feliz

Nota: Tomé el tema más hacia la parte de folklore y mitos. No al Au de fantasía.

Que un Oni y un Kitsune pudieran tener una relación, podía ir en contra de las reglas de la naturaleza, eran dos tipos de Yokai muy diferentes, su cultura, su vida, su orden, todo. Pero nada de eso les importaba, Eijiro y Katsuki estaban enamorados, nada cambiaría eso, ni la barrera del idioma, ni la diferencia de tamaño, ni siquiera que el clan Kitsune debía permanecer en secreto. Por algo se habían conocido, por algo vivían en esta fantasía en la que todo estaba bien; que Eijiro viva junto con Katsuki, que sus padres lo aceptaran como un guardián del clan y puedan expresar su amor explícitamente. Todo iba a ser perfecto para ellos.

No han pasado tantos años desde su mudanza, Eijiro aprendió el dialecto de los zorros, aún con ciertas dificultades, cada día se comunicaban mejor, haciendo que Katsuki estuviera patas arriba, cabeza en las nubes y con mariposas en el estómago, al ver como su lindo Oni le decía cuánto lo amaba, después de todo los Kitsune eran de los seres más emocionales, sentían 100 veces más que cualquier otro espíritu.

Eijiro por su parte está tan enamorado que lo hacía sentirse débil, incapaz de sostenerse con sus piernas al ver la sonrisa de su hermoso zorro, todo en él se había vuelto de y para Katsuki. Su eternidad entera se dedicaría a amar al Kitsune, por lo que era momento de darle lo más valioso que podía poseer, su alma.

-Katsuki- lo saludó afuera del templo al concluir sus rezos a Inari- Hablar.

-¿Sobre qué?- preguntó inquieto al ver la seriedad de su amado.

-Yo dar mi alma- se arrodilló - por favor, aceptar.

-¿Tu alma?

-Sí, amor mío, tomar mi alma, así poder casa…- lo miró -¿Katsuki?

-Ei… Eijiro - bajó sus orejas decepcionado, alejándose de él- ¿Cómo puedes pedirme eso?

-¿No aceptar?

-¡No!- chilló, lágrimas corrían sobre sus mejillas, ahora una expresión de enojo se formaba- ¡Creí que me amabas! ¡Vete y no vuelvas!

El Kitsune tomó su verdadera forma huyendo hacia el bosque.

-¡Katsuki!- Eijiro trató de alcanzarlo, pero el otro fue más rápido.

El Oni pasó horas buscando a su amante, al ser tan pequeño, podía ocultarse donde fuera y estando en una montaña, era imposible saber a donde había ido.

-¡Katsuki!- lo llamaba -¡Volver, hablar!

Pasaron las horas, la noche hacia que el bosque se volviera negro, empeorando las posibilidades de encontrarlo. Eijiro tuvo que prender fuego para hacer una fogata, tal vez la pasaría en vela; no había manera que regresaría sin su amado. Las horas pasaron, sólo se escuchaban las cigarras, las chispas de las llamas carbonizando la leña, pero sin señal alguna del rubio.

Eijiro se caía de sueño, manteniéndose despierto por no dejarse caer al suelo, debía quedarse ahí, asegurarse de ver al zorro, no lo dejaría ir. No ahora. Siguieron pasando las horas, pensaba que pudo haber dicho que lo ofendiera tanto, estaba seguro que los Kitsune podían unir sus almas, ¿Qué causó su molestia? ¿Aún no estaba listo?, ¿No quería hacerlo con él?, ¿Acaso su choque cultural estaba dando resultados y ya no quería nada con él? ¿Era porque no ser un Kitsune también?

Un pequeño chillido llamó su atención, sacándolo de su cabeza, se levantó buscando la fuente, hasta llegar a un viejo tronco agujereado. Encontrando a su pequeño zorro, hecho bolita llorando inconsolable.

-Oh, Katsuki - lo llamó, acariciando detrás de su oreja como le gustaba- Amor mío, sal.

-Aléjate- chilló mordiendo su mano - Te dije que te fueras.

-No ir, quedar… contigo.

-¡Vete! - gritó de nuevo listo para atacarlo de nuevo - ¡Si no me amas yo tampoco!

-¿No amar?- lo tomó con ambas manos, sacándolo de su escondite, Katsuki retorciéndose- Yo amar mucho.

-¡No es cierto! ¡Quieres que coma tu alma! - mordía sus dedos para tratar de escapar - ¡Me insultas así y luego dices que me amas! ¡¿Acaso me quieres muerto?!

-¿Muerto? - lo soltó preocupado -Yo no querer matarte.

Katsuki volvió a su forma humana, mirándolo con odio y dolor, golpeando su rostro. Eijiro lo tomó de las manos impidiendo que se fuera.

-Te amo, Katsuki.

-Si lo hicieras no me pedirías comer tu alma, soy un zorro de Inari, no un salvaje, soy un guardián, no un embustero. No necesito tu estúpida alma para alimentarme. ¡Ahora suéltame!

-¿Alimentar? Yo pedir casamiento, así decir nosotros los Oni.

-¿Casarnos?- abrió los ojos, sorprendido-¿Quieres casarte conmigo?

-Sí, tomar mi alma y unir con la tuya. Casar.

-Ei…- lo abrazó, uniéndose en su pecho - eres un gran tonto… -rió- Sí, sí quiero, casémonos.

-¿Sí?- sonrió dejando besos por todo su rostro - ¿casar con Katsuki?

-Sí, mi lindo y tonto Oni - también lo besó- Casar con Eijiro.

Fin.

Pequeño anuncio: También estoy publicando otras historias para este mes. Es un 'Taylor version' de la dinámica, dónde tomé inspiración de diferentes canciones. La pueden encontrar en mi perfil por si gustan leerla.

Mes Kiribaku 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora