Nueve meses de embarazo.
Me encontraba en mi casa con mi madre, ella estaba acomodando las cosas del bebé en mi habitación.
Yo por mi parte me encontraba acostada en la cama. Me dolía todo el cuerpo, tenía los pies hinchados, los pechos también me dolían, y ni hablar de la enorme barriga que casi no me dejaba caminar.
El bebé había estado todo el día inquieto, pateando fuertemente, haciéndome quejar en varias ocasiones.
-¿Esto quedará bien aquí cierto?- me pregunta mi madre, mientras señala un gavetero.
-Claro..
De repente me entra sed. Cuándo me paro de la cama, siento un dolor que me hace encorbarme, agarrando mi barriga.
Me sostengo de la mesita de noche buscando equilibrio.
-Hera..- dice mi madre preocupada, acercándome a mi-¿ que paso? ¿Que te duele?
-No es nada ma, estoy...
No puedo terminar de hablar, ya que un fuerte dolor abraza todo mi cuerpo, haciéndome pegar un grito.
En eso siento algo líquido recorrer mis piernas. Levanto el vestido que llevaba puesto y veo de dónde viene el líquido...
-¡¡Oh dios!!- exclamo asustada.
-Rompiste fuente- dice mi madre anonadada- Vamos, tenemos que ir rápido al hospital.
Me madre me ayuda a ir lo más rápido que podemos hacia el coche, yo me iba quejando por las fuertes contracciones.
Mi madre iba conduciendo casi a máxima velocidad.. teníamos suerte de que el hospital no quedará tan lejos de casa, por lo que pudimos llegar rápido.
Mi madre apenas aparcó el coche en el estacionamiento, bajo rápidamente dejándome sola en el auto, regresando a los pocos minutos con una camilla y enfermeros.
(...)
-¡Vamos puje!
Grito fuertemente mientras agarro con fuerzas las sábanas.
El dolor era insoportable, sentía como me partía en dos.
Estaba en la sala de parto, llevaba horas ahí. Al ser todavía una adolescente, eso complicaba las cosas.
-No..- susurro agotada- no puedo más..
-Vamos.. usted puede- me alenta el doctor- vuelva a pujar por favor- me pide.
Yo le obedezco, pujando de nuevo varias veces. Tratando de terminar esto.
-¡Ya veo la cabeza!- me grita el doctor.
-¡Puje, con fuerzas!
Con las pocas fuerzas que me quedaban, pujó, mientras al mismo tiempo soltaba un grito desgarrador desde lo profundo de mi garganta.
Caigo agotada, respirando entrecortadamente. El olor a sangre y sudor predominaba en el ambiente.
De repente, en medio de todo lo escucho.
El llanto de un bebé... mi bebé
Con la visión borrosa veo como le cortan el cordón umbilical, después lo envuelven en una pequeña manta azul.
Una enfermera se acerca con el en brazos. El lloraba con fuerzas..
-Felicidades.. es un niño muy fuerte- me dice para después entregármelo.
Lo agarro con el mayor cuidado del mundo, temiendo hacerle daño.
Era tan pequeño, pero a la vez tan fuerte. Se removía inquieto entre mis brazos, llorando con ganas. Estaba lleno de sangre y fluidos, pero eso no me importaba, a mis ojos, era la cosita más bella del mundo.
-Hola pequeño- le murmuro- soy tu mamá..
Sin poder evitarlo empiezo a llorar de la emoción al tenerlo en mis brazos.
En mi mente me juraba que siempre lo iba a proteger de cualquier daño. En ese momento no importaban ellos, solamente eramos nosotros dos.
(...)
Me encontraba después en una habitación del hospital.
Habían separado a mi hijo de mi, para poder limpiarlo y cuidar de que todo estuviera bien.
Estaba cansada, y también adolorida.
Pero fue un dolor que valió totalmente la pena.
El sonido de la puerta habriendose llamo mi atención. Entrando una enfermera, pero no fue eso lo que llamo mi atención, sino el bebé que sostenía ente sus manos.
Lo tomo con cuidado cuando ella me lo entega, estaba dormido.
-¿Esta bien?- le pregunto en voz baja.
-Todo en orden.. el bebé está en buen estado- me dice- estábamos preocupados de que el bebé pudiera nacer con afectaciones por haber nacido de una... menor, pero todo está bien, es un niño muy saludable.
Me explica y yo le agradezco.
Un pequeño ruido me distrajo, llevo la atención al bebé, estaba despertando.
-De seguro tiene hambre.. intenté alimentarlo- me dice la enfermera.
Yo asiento, abro los primeros botones de la bata del hospital, dejando libre mis pechos. Con cuidado lo acerco a ellos, viendo cómo al minuto empieza a succionar, alimentándose.
Me quedo viendo la imagen sonriendo.
A los pocos segundos entran mis padres a la habitación, luciendo preocupados.
Pero cuando ven la imagen que les estoy ofreciendo sonríen con ternura.
Me alegraba tanto de que me hubiesen apoyando.
-Hija- habla primero mi padre-¿cómo están?- me pregunta.
-Bien.. todo está bien- le digo con una sonrisa.
Mi madre que se había quedado parada en la puerta, se acerca a mi. Mirando fijamente al bebé que estaba sobre mi pecho.
-Por dios..- dice mi madre- nunca creí que iba a ser abuela tan pronto- bromea, haciendo que mi padre y yo reíamos.
Yo paro de reír para soltar un pequeño quejido, volteando la vista hacia mi pequeño.
Mis padres me miran preocupados.
-¿Que pasa... te duele algo?- me pregunta mi madre.
-No solo.. succionó muy fuerte- digo señalando con la vista a mi hijo.
-Ohh, es fuerte..- dice mi padre-¿ Y como se llamara este pequeñín?- pregunta, agarrando la pequeña mano del bebé.
Nombre.. había pensado varios, mis padres y mis amigas me habían ayudado, pero hubo uno que me enamoro completamente, y supe que ese era el indicado.
-Aarón.. ese es su nombre- digo con una sonrisa.
-Aarón Müller, me gusta- dice mi padre, asintiendo en aprobación.
Yo bajo la vista hacia mi pequeño cuando no siento el agarre en mi pecho, se estaba durmiendo.
Era tan tierno, desde ese momento me jure que solo iba a vivir para protegerlo a el, y solamente a el..
Mi pequeño ángel...
ESTÁS LEYENDO
Presa de una obsesión [#1]
Mystery / Thriller"Así es, somos tus amos, somos tu mundo, ¿Entiendes eso? No puedes vivir para nadie más, solo para nosotros, para complacernos". - Aedus Dagger l libro de la trilogía Obsesiones. ...... Todos los dere...