Alma en pedazos ✔

9

Easy on me (Adele)

La terapia

Di un paso muy importante, que hace un mes se me hacía casi impensable o una locura, si hace un mes me hubieran dicho que iba a hacer esto hoy probablemente hubiese dudado si era yo de verdad, y aunque no puedo ocultar mi terror por esto, lo quiero y hacer, y me siento preparada.

Estoy preparada para ir a terapia.

—Retrasada, ¿estás segura de que quieres ir?, no quiero que te sientas presionada por mi o por Zoé —dijo Jasón con una voz dulce

—Hey, yo también estoy apoyando, no me excluyas —musitó Jake

Zoé lo golpeó suavemente por el hombro pero este la agarro por la cintura haciendo que Zoé parara de inmediato, Jake sonrió y Zoé solo rodó los ojos con una ligera sonrisa coqueta en su rostro.

—No me siento presionada Jasón, en serio quiero hacerlo, y gracias a los tres que a pesar de no saber nada me están ayudando, y Zoé también gracias por hacer que tu madre me ayude.

—Ella acepto con gusto Em, yo solo le informe, no me tienes que agradecer por nada, siempre te ayudare en lo que desees.

Sonreí y le di un abrazo profundo, Jake y Jasón se unieron al abrazo, conviertiendolo en un abrazo grupal, nos separamos y Jasón me dio un beso en la frente, me sonrió y nos dirigimos afuera para ir camino al lugar de la terapia.

Le comenté a Zoé que quería ir a terapia, y esta me dijo que su madre era psicológa por lo que le pidió a su madre que me ayudara ahorita ya que estaba en la ciudad, esta acepto con gusto y yo estaba más que nerviosa.

Me despedí suavemente de Jake y Zoé, Jake y yo nos subimos al auto, y este arrancó, ninguno de los dos habló por la mitad del camino, hasta que fui yo quien di el primer paso.

—Gracias Jasón, en serio gracias por todo

—Gracias a ti por revolucionar mi vida, te quiero Emily

—Te quiero Jasón

Llegamos al lugar y Jasón me dio un beso en la mejilla, el lugar era una casa rodeada de arboles, el techo estaba inclinado, la casa era de color blanca con dorada, haciendola resaltar encima de los árboles -con respeto a la madre naturaleza-, solo con mirarla me daba una sensación de paz.

Toqué el timbre y una mujer de pelo castaño con ojos castaños abrió la puerta y me sonrió de manera muy amable, solo con verla supe que era la madre de Zoé, su nombre es Kiara.

—Hola cariño, tu debes ser Emily ¿no es así?

—Hola señora, si soy yo —le sonreí nerviosa

—Oh vamos, no me llames señora que me siento más vieja de lo que estoy, llámame solo Kiara por favor —dijo con una sonrisa

—Claro seño... Kiara

—Por favor pasa

Asentí y la seguí con nerviosismo, se me hacía raro que iba a contarle las cosas que me había pasado a otra persona que no fuera el fantasma de mi cuarto.