Alma en pedazos ✔

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Lovely (Billie Eilish, Khalid)

Todo se repite

Bostece al escuchar el sonido de mi alarma. No tenía ganas de nada, mucho menos de ir a la universidad. Ya habíamos vuelto de Toronto, el equipo de Jasón gano por mucho. Mi tobillo va mejor, el doctor dijo que la próxima podré jugar con normalidad. Yo lo siento bien, pero claro, jugar es algo completamente diferente.

Me lavé los dientes y me di una ducha fría tratando de despertarme. Negué con la cabeza al ver mis ojeras, no entendía, si ni siquiera me estoy desvelando estos días. Ya se ocuparía de eso el maquillaje, si estoy más que acostumbrada a usarlo.

Otra cosa que mi madre me inculcó. El maquillaje, el estúpido maquillaje. Claro que es importante, pero mi madre me enseñó más inseguridades con eso. Y sinceramente el maquillaje me servía o mejor dicho, me sirve mucho. Cuando me duermo hasta tarde por llorar, el maquillaje cubre eso.

Elegí rápidamente el conjunto de ropa. Una camisa beige manga larga ajustada y un jean hasta la cadera. El cabello planchado y el maquillaje, el cual me tomó más tiempo de lo normal. Al salir de mi habitación casi choque con Zoé. Esta segun mi conocimiento no está yendo a clases por unas vacaciones. En mi universidad el término vacaciones o descansar no es muy bien conocido.

La saludé con un gesto con la mano.

—Hola, Emily —respondió un tanto nerviosa.

—¿Sucede algo? Ayer no me pude despedir de ti. No sabia donde estabas.

Carraspeó.

—¿Eh? ¿Yo? Fui a la casa de mis padres.

Asentí con la cabeza y me despedí. Bajé las escaleras y no observé a Jasón, por lo que imagine que no se había levantado, así que prepare mi celular para llamar a Lidia. Pero en un movimiento rápido, Jasón me quitó el celular de mis manos.

—Hey —dije.

—¿Creías que te había abandonado? No puedo creer que pienses algo tan horroso de mi, retrasada.

Me acerqué para darle un beso, pero en vez de hacer eso, le arrebate mi celular de sus manos.

—Tienes que estar más atento, Jasito. No te pueden quitar la pelota de esa manera. —dije mientras le sacaba la lengua, burlona.

—Lo que me faltaba, que tú también me llamaras así. Y no te preocupes que no hay más Emilys en este mundo para que me distraigan.

Le sonreí.

—¿Y a quien pensabas llamar?

—A Axel —bromee.

De golpe frunció el ceño. Oh se había cabreado.

—Era broma, descerebrado —dije rápidamente.

—No bromees así. Sabes perfectamente lo que pienso de ese Ángel.

Me acerqué y le besé en la mejilla mientras lo abrazaba.

—Pensaba en llamar a Lidia, guapo.

Me dió un beso en la sien y empezamos nuestro camino hacia el auto. Sí, Jasón había comprado un auto nuevo. ¿Qué les digo? Eso hace la gente millonaria. Igualmente yo tenía mi coche bien guardadito. Al subirnos, me abroche el cinturón. Jasón encendió el auto y entrelazó mi mano con la suya.

—Sabes que es peligroso manejar con una sola mano ¿no?

—Si tengo que sacrificar eso para agarrar tu mano, claro que lo haría, retrasada —respondió.