30. ¿Qué pasó?

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Al llegar me enteré de que tengo dos días para descansar porque me iré a París con el lobo y como termine mi trabajo con Daniela y ella aún no tiene más diseños, lo único que pensé es que esos días me las pasaría durmiendo y así fue. Dormí por casi dos días seguidos después de llegar de unas vacaciones, soy la mejor.

Me pasé dos días durmiendo, comiendo y hablando con mi mejor amiga sobre su ex. Ni siquiera sé cómo voy a cobrar a final del mes.

-Darah eres su luz, jamás lo vi dormir en un avión o poder dormir una noche completa y tú lo hiciste hacerlo –me imagino su sonrisa del otro lado del móvil –Cuídense. No le permitas que se descuide, confió en ti.

-Usted también cuídese mucho, cuando lleguemos ya le dejo un mensaje –luego de despedirse colgó la llamada.

No sabía que causaba ese efecto en Adam, cosa que me hace feliz, no el hecho de que yo se lo cause, sino que consiguió dormir bien.

Me toma de la mano y me lleva al coche.

-Que te dijo mamá –después de cerrar la puerta del coche me mira esperando mi respuesta.

-Nada.

Insistió varias veces, pero le seguí diciendo que nada, dejo el tema y continúa conduciendo.

Cuando llegamos no tardamos nada en subir al avión y que este despegara. Yo solo esperaba con ansias que se durmiera para comprobar lo de la señora Sara, y sí, así fue. Recostó su cabeza en mi hombro y en cinco minutos ya había caído redondo en un sueño.

No digo que su madre sea mentirosa, solo que lo quería ver con mis propios ojos, además tal vez no soy yo quien que le cause sueño, puede ser que su cuerpo haya cambiado de alguna manera. Hay muchas opciones.

Parte del vuelo él se la paso durmiendo y la otra me la pasé yo. No tardamos en llegar, al bajar nos dirigimos a su coche y llegamos al hotel al que vine la primera vez que viajamos juntos.

-Este es el mismo hotel en el que nos quedamos la primera vez que viaje contigo.

-Sí. Tienes una hora para descansar, a las ocho nos tenemos que preparar para la fiesta –me dice mientras mira su reloj. Hace unas semanas se terminó un negocio en el que está implicado y nos invitaron a la fiesta de celebración.

-Como que ¿tengo? Usted también va a descansar, nada de trabajar –lo miro y levanto las cejas.

-Dos cosas. Primera, tengo que trabajar, y segunda, no me trates de usted.

-Por qué no te puedo tratar de usted? –tensa la mandíbula y gira los ojos – ¿Por qué me giras los ojos? –pongo los brazos en mis caderas en forma de jarra y él simplemente me ignora.

-Por qué no te puedo tratar de usted? –tensa la mandíbula y gira los ojos – ¿Por qué me giras los ojos? –pongo los brazos en mis caderas en forma de jarra y él simplemente me ignora

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Al final sí conseguí que no trabajara y descansara, pero ahora nos tenemos que preparar para salir. Opte por un lindo vestido negro y un maquillaje y peinado sencillo. Salgo de la habitación y veo a Adam con las mangas de la camisa remangadas y la chaqueta del traje en una mano. Levanta la mirada, para luego levantar la cabeza por completo y mirarme de pies a cabeza.

No puede ser tan complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora