3. Pequeño viajecito. Prt.1

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Darah

Hoy salí un poco más temprano del trabajo y cuando llegué a casa me encontré con el mocoso y su niñera Max. Le dije que podía regresar a su casa porque me quedaría y antes de irse se despidió de ambos.

Yo me quedé con George hablando un rato hasta que no me volvió a responder más y vi que se quedó dormido, yo no perdí la oportunidad y cerré un ratito los ojos, pero también caí dormida, hasta que escuché el sonido de la puerta abriéndose.

Veo a Lissa salir del pequeño pasillo que lleva a la puerta y tomo mi móvil para ver la hora.

Son las nueve de la noche, lo que significa que debía tener la cena lista. Soy un desastre

-Qué tal te fue? –me pregunta casi susurrando para no despertar al monstruito

-El jefe es el lobo de los tres cerditos y el chico del café es muy tierno –le dije sentándome despacio por el pequeño.

-Qué? –ella trata de no reír alto

-Es de verdad, tiene una voz y un carácter de mierda y eso que al parecer está resfriado –ella deja su bolso y para no molestar al pequeño me hace señas de que me acerque, voy y ambas entramos a la cocina

-Que tal hoy en tu querido trabajo –la miro. Mientras yo estudiaba en París, ella lo hacía aquí. Empezó a estudiar marketing teniendo a cargo un hijo, y aunque el padre de George la ayudaba haciéndose cargo del pequeño también, me parece admirable todo lo que hizo y aún me afecta el hecho de que no estuve presente en su graduación por falta de dinero

-Renuncie –me dice sin mirarme

-Qué!? –de inmediato tapo mi boca por gritar y abro los ojos lo más que puedo –Que pasó?

-Recibí una oferta de trabajo muchísimo mejor, me iré a trabajar a una empresa encargada de arquitectura y estaré vinculada al área de diseños de interiores –me sonríe –Y me pagarán mucho –me acerco a ella para abrazarla y ambas empezamos a dar saltitos en medio de la cocina

-Felicidades –me separo de ella y saco dos copas de vino y el vino. Nos sirvo a ambas y nos ponemos cómodas sentándonos sobre el espacio libre de la barra de la cocina –Cuéntame todo lo que te dijeron –contenta, le doy un sorbo al vino y escucho mi móvil sonar –¿Quién estará molestando? –tomo el móvil y veo que es Alexa –Perdón –le digo a Lissa y contesto la llamada

-Ale... –ni siquiera me deja terminar de decir su nombre

-Te necesito rápido, toma una maleta y hecha ropa para un día, te mando mi locación.

-Bien? –despego el móvil de mi oreja y lo miro confundida para luego volver a colocarlo.

-Ven lo más rápido que puedas, por favor –y me cuelga

Lissa me mira extraña -Está todo bien?

-Alexa me dijo que me necesita rápido y que haga la maleta –la miro extrañada igual

-No te dijo por qué? –niego

-No, solo que fuera rápida –ambas vamos a mi habitación, empezamos a tomar ropa y tirarla en la maleta –Espero y no sea para matarme –Lissa me da un manotazo

-No digas eso. Trabajas en moda, digamos que es un poco normal eso de los viajes inesperados. Mándame tu locación y no perdamos el contacto en ningún momento –ambas empezamos a lanzar ropa a la maleta y todas las cosas que veo necesarias llevar.

-Sí, ¿pero en el primer día?

-Pudo ser una emergencia. Deja de ser tan negativa.

Ella me hace el favor de ir cerrando la maleta mientras yo regreso a vestirme

No puede ser tan complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora