11. Primer día de casados

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Despierto y en lo primero que me fijo es si aún estoy cubierta por la sabana, también veo que el lobo no está en su lado de la cama, así que aprovecho para ponerme de pie, tomo mi ropa deportiva y voy al baño a cambiarme.

Luego de ese día en París ahora aprovecho para salir a correr por las mañanas, no es lo más divertido del mundo, pero se siente bien. Antes de salir a correr le escribo un mensaje a Lissa de buenos días y luego me voy.

Se nota a leguas que por aquí viven puras personas forradas de dinero. La mayoría parecen ser personas mayores con hijos que están bien guapos, pero por más lindos que sean estoy casi segura de que la mayoría son unos tontos presumidos. Además de que claramente debo respetar, soy una mujer casada y sobre todo honrada.

Me estoy metiendo mucho en mi papel, es divertido.

Lo de correr es entretenido hasta que se me olvida respirar correctamente y debo parar, ya me ha pasado tres veces y creo que con eso es suficiente y ya estoy de camino su a casa, solo me queda una calle por girar y llego.

Mientras camino veo que de un lado de la calle hay un grupo de hombres que me están mirando y yo me pregunto ¿es tan difícil que un hombre sea discreto? Y se me ocurre la mejor idea, subiré mi mano y les mostraré mi anillo.

Sé que este anillo me va a servir para sacarme a muchos imbéciles de encima, ya no tengo que usar el truco de sacarles el dedo del medio.

Vuelvo a girar más que lista para mostrarles mi anillo, pero veo que todos simplemente voltean y me dejan de mirar para mirar detrás de mí. Miro el anillo en mi mano.

Otro día te usaré. Espera, ¿miran detrás de mí?

De inmediato me giro, no vaya a ser que este alguien mucho peor que ellos detrás de mí y me llevo una sorpresa. Es el lobo caminando detrás de mí todo sudado y a su lado está Óscar saludándome con la mano y una sonrisa.

¿Cómo estos se hicieron amigos? Son muy diferentes

Entro a casa dejando la puerta abierta para que ellos entren y subo a la habitación, tomo una ducha y me pongo ropa cómoda para estar aquí. Bajo las escaleras y voy a la cocina para desayunar y me encuentro con toda su familia y a María.

-Buenos días –todos me miran y me saludan. Veo que el lobo viene a la cocina y saca una botella de agua. Óscar viene detrás de él dando los buenos días.

Ayer su familia nos vio por primera vez juntos, pero nunca tuvimos un acercamiento, ni en el desfile ni durante la cena, así que este es justo el momento. Me armo de valor y me acerco a él y beso su mejilla.

-Buenos días, amor –él me sonríe y también me da los buenos días

¿Acaba de sonreír? Tengo miedo.

-La mesa esta lista –María nos llama y todos vamos al comedor. Decido sentarme en medio del lobo y Óscar

-Jamás pensé una mujer sería tan valiente para soportar tu humor –Aarón habla y todos nos echamos a reír menos él

Si supieras cariño. Casi ni nos hablamos.

-Créeme esta es una lucha todos los días –le sigo el rollo, pero lo que acabo de decir no es mentira, este hombre una verdadera lucha.

-Cuéntanos más de ti Darah –el señor Saúl me dice y todos voltean a verme

-Qué quieren saber? –le sonrío –Hoy soy un libro abierto

-Todo –la señora Sara me mira con atención. Además del dinero, probablemente es la otra razón del porqué estoy aquí.

-Mmm –pienso que me puedo permitir decir –pues de pequeña fui una niña muy sobresaliente en el cole. Mi profesora de idiomas me amaba porque con apenas diez años sabía hablar tres idiomas. –aún recuerdo a esa mujer con mucho cariño, fue de las pocas personas que recibía algo de amor –A los seis años supe que mi sueño era ser diseñadora y empecé a trabajar a los quince años, al día solo hacia tres cosas, trabajar, diseñar y estudiar. Cuando terminé el instituto tuve una oportunidad de estudiar en Francia y logré graduarme con honores. Ahora estoy aquí, casada con el hombre que amo y trabajando para cumplir mi sueño –volteo a ver a al lobo y le sonrío

No puede ser tan complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora