40. Girlies

53 3 3
                                    

Después de todo el caos que paso la semana pasada por aquel malentendido, la quiero invitar a cenar para hablar sobre nosotros, y con nosotros me quiero referir a que le quiero pedir que oficialicemos lo que sentimos.

Las cosas han estado bien y en orden, pero realmente quiero hablar con ella, además de que me tengo que cobrar una cosa que me debe desde hace días.

Queda poco tiempo para que empiece el otoño y antes de que llegue el frío quiero oficializar las cosas con ella.

Me despido de María y salgo de casa directo a la empresa. Cuando las puertas del ascensor se abren desde aquí puedo que el personal está en su oficina, miro mi reloj y veo que si están a tiempo.

Me gustaría estar en su oficina justo cuando las vea y ver su hermosa sonrisa, pero por ahora solo tendré que imaginarla.

Me gustaría estar en su oficina justo cuando las vea y ver su hermosa sonrisa, pero por ahora solo tendré que imaginarla

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Darah

Luego de ver el mensaje de Adam dándome los buenos días, salgo de casa junto a Lissa y el pequeño, sonriendo como una pequeña con su nuevo juguete. Debo de admitir que la situación se fue un poco de mis manos.

Me da mucha paz saber que las cosas entre los dos están bien. No me gustaría volver a pasar por algo parecido y que ambos terminemos en otro baño llorando, prefiero pasar el día molestándonos mutuamente que no pasar ni una palabra con él.

-Suerte. Los quiero mucho –me despido de ambos y entro en la empresa.

Hoy vine un poco más tarde de lo normal porque no tengo muchas tareas por hacer. Las puertas del ascensor se abren y empiezo a caminar hacia mi oficina. Mientras más me acerco, veo algo extraño en ella que no me deja ver con claridad lo que normalmente está dentro.

Disminuyo el paso y puedo ver que son flores. Acelero el paso y me detengo frente a esta viendo que la oficina está repleta de flores, a donde sea que voltee a ver hay flores. Con cuidado abro la puerta y paso por el pequeño camino que me lleva a una caja sobre mi escritorio.

Sin entender aún que es lo que está pasando o la razón de todo esto, abro la caja y veo que hay una nota, la tomo y veo que debajo de ella hay una tarjeta de crédito.

Definitivamente, todo esto fue idea de Adam.

Regreso mi atención a la nota y la leo.

Si no es mucha molestia, quiero invitar a mi odiosa favorita a cenar. Te dejo la tarjera para que te compres algo de ropa para ir a cenar y no es necesario que te fijes o preocupes por el precio.

Bajo mis brazos y con los dedos suavemente golpeo mis piernas. Me doy la vuelta para seguir viendo a mi alrededor y no me creo que haya gastado tanto dinero en flores solo para darme una nota.

Sin poder dejar pasar la situación, tomo una foto y se las mando a las chicas por el grupo, también dejándoles un mensaje de que me acompañaran a ir de compras. Nunca me viene mal la opinión de ambas.

No puede ser tan complicadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora