Mi Pequeño Dragón (Dramione)

Los Malfoy y Crookshanks

Las semanas de vacaciones de navidad pasaron rapidamente y con ellos el trabajo de ambos jovenes fue desapareciendo.
Nunca hablaron del tema de su beso, es más lo enterraron tan profundo en su ser que ni siquiera lo recordaban durante el dia. O por lo menos cuando no estaban cerca del otro, pero cuando estaban juntos parecía un recuerdo tan fresco como si hubiese sido el día anterior. Draco solia fijar la vista en los labios de Hermione cuando ella hablaba, y aunque ella fingiese que no notaba esto la realidad es que el cosquilleo por los nervios la hacen sentir débil, por otro lado el rubio no podia dejar de notar que cada vez que él le hablaba ella se sonrojaba tanto como el cabello de los Weasley, hasta llegó a considerar lindo esa actitud de ella. No le gustaba pensar en que el estaba considerando lindo algo de una chica como Hermione, amiga de su peor enemigo, una sangre sucia y aparte Gryffindor, nada de eso era bueno, tenia todo lo que aborrecía. Y para ella no era diferente, no negaba que Draco era uno de los chicos mas atractivos de la escuela, pero era un narcisista, ególatra, purista, mimado, ambicioso y Slytherin, todo en el le desagradaba.
Por el mismo motivo, ambos decidieron que la mejor manera de trabajar era sentandose en lugares diferentes de preferencia dandose la espalda en donde ninguno de los dos se viera. La excusa fue mucho papeleo, poco espacio en la mesa aunque en realidad los dos evitan mirarse por el cosquilleo extraño que sienten de ver al otro.

El silencio en esa habitación es tan grande, que no se nota que hay dos jovenes dentro del lugar. Los ultimos papeles fueron dejados por la castaña en la mesa y se sonrio.

- ¡AL FIN TERMINAMOS! - dice ella sonriente y satisfecha - y con unas cuantas horas de sobra para ir a clases.

- si Granger, solo con 2 hora de sobra - ella lo mira palida - si yo fuera tu ya iría a arreglarme, te tardas mas que yo.

- te equivocas, tu te tardas mas que yo. - ella se cruza de brazos.

- no es asi, Granger- dice arrastrando sus palabras - pero si quieres creer eso, esta bien yo me demoró más. - ahora ve a arreglarte, no quiero llegar tarde.

Ella se fue molesta, pensando en que Draco Malfoy la acaba de comparar con una de sus antiguas y tontas compañeras de habitación.
Mientras Hermione se daba una ducha e intentaba cubrir sus ojeras por el no haber dormido bien durante las ultimas tres semanas. El Rubio terminaba  de buscar su ropa y bolso. A penas salió la chica y se entro a su habitación, el ingresó al baño para tomar una ducha.
Cuando Hermione salió de la habitación y llegó a su sala común, Draco ya se encontraba duchado y cambiado con su uniforme, la sala comun estaba inundada con su perfume. El estaba acariciando la cabeza de Crookshanks quien parecia comodo en el regazo del rubio.
Como cada mañana ella puso comida para su gato, mientras el rubio solo la ve moverse por el lugar, los ronroneos del felino se escuchan en toda la sala común.

- Granger, ¿puedo sacar a la bola de pelos? - dice Draco y ella se voltea a verlo.

- No.

- ese es un no de: No Malfoy puedes sacarlo si así lo deseas o es un No me encantaría que lo saques y te lo agradecería.

- es un No, de no puedes sacarlo Malfoy - ella lo toma en sus brazos y besa la cabeza peluda del felino - ya me voy mi pequeño Crookshanks, nos vemos mas tarde te deje comida y agua - abraza al felino.

- ¿y que pasaria si se escapa? - El mira al gato.

- Crookshanks no haria eso, es un muy buen gato. Ni dejando la puerta abierta el se iría - Draco la mira burlesco - bien, ya me voy, adios Crookshanks.

La castaña se fue caminando tranquilamente mientras repasa en su mente cada clase que le toca. Ignorando que tras ella va Draco  escondiendo bajo su tunica al peludo gato quien esperaba con ansias que el rubio lo sacara para volver a atacar a los Gryffindor que no le agradan. Sabiendo ambos que solo tienen medio día para divertirse sin que la castaña lo noté.