04 agosto 2019
Culiacán, Sinaloapov Alexa
Anoche había llegado tarde a mi casa después de la sorpresa de Ovidio, mismo que me había traído hasta mi casa, prometiendo que el día de hoy la camioneta la traerían hasta aquí.
Con Ovidio había hablado del que dirían mis papás por el regalo que me había echo pero el señor se adelantó y hablo anteriormente con mis padres acerca de esto.
Dijo que después de hablar con ellos durante mucho tiempo logró conversarlos y que no se lo tomarán de mala manera.
Eran alrededor de las 12:30 del medio día y yo seguía acostada en mi cama aún en pijama. Tenía absolutamente cero ganas de levantarme, así que estoy viendo TikTok's desde hace un buen rato.
Unos toquidos en mi puerta me distrajeron de mi celular.
- Pase
- Compermiso Ale, la están esperando en la entrada - se asomó por la puerta Rosy, la señora que ayuda a mi mamá a limpiar.
- ¿Dijeron quien es? - ella negó con la cabeza - Ahora voy
Cerró la puerta detrás de ella cuando salió. Me levante así como andaba y me puse las pantuflas de osito que le había robado a Ovidio sin que el se diera cuenta.
Quien aún no me hablaba - como había prometido la noche anterior - para decirme a que hora vendría a dejar la camioneta tal cual el había dicho.
Baje las escaleras con toda la flojera del mundo, salí de la casa hasta caminar a la puerta de la entrada que había en la cochera.
Me asomé y ahora si me arrepentía de seguir en pijama. Que consistía en un diminutivo short de seda y una playera gigante Off White que pertenecía a la persona que se encontraba arriba de la camioneta, al igual que las pantunflas.
No me dio tiempo de volver a entrar para ir a cambiarme cuando bajo el vidrio de su lado.
- Buenos días bella durmiente
- Buenos días - puse la mano en mi frente para taparme los ojos del sol pues no me deja ver - Pensé que me hablarías
- Lo hice pero a alguien al parecer se le olvidó a poner a cargar su otro teléfono - puso una mano sobre el volante
- Mala mía - dije - Te abro el portón y la metes porfa
Asintió a lo que pedí, volví a entrar a la casa y cerré la puerta. Levante la tapadera que tapaba el botón del portón, lo presioné y este se abrió.
Ovidio metió y acomodó la camioneta en la cochera para después apagarla y bajar de ella.
- Sus llaves - me las entrego cuando estuvo enfrente de mi
- Gracias - sonríe
- Con razón no encontraba esas pantuflas - con su mirada me recorrió de pies a cabeza deteniéndose en mis senos quise cruzar los brazos pues no traía brasier y se marcaban mis pezones pero me detuvo- Y esa playera también la reconozco - murmuro