notita al final30 mayo 2019
Hospital Los Angeles, Culiacan, Sinaloapov Alexa
Jueves, hoy ya eran tres días que habían pasado desde el accidente de Ovidio. Había estado yendo y viendo estos días al hospital, entre mis clases, la boutique y el tener que estar aquí pues al estar registrada como su esposa tenía que estar a la fuerza ya que a mi me decían cualquier cosa que pasara.
Claramente habíamos intentado poner a su mamá como su responsable principal pero no dejaron - hasta Ivan y Alfredo intentaron pagar y no - lo cual había ocasionado el no ver a Alejandro estos días.
Habíamos quedado de salir el miércoles pero tuve que cancelarle, al principio lo entendí pero hoy que le volví a cancelar la salida del sábado se enojo y me colgó la llamada.
Por un lado lo entendía pero el sabía que les estaba haciendo un favor a Iván y Alfredo, lo platiqué y le expliqué todo el mismo día del accidente, lo había entendido pero ahora no se que le pasa.
Lo único que sabíamos es que el cerebro de Ovidio ya había desinflamado gracias al coma que fue inducido rápidamente cuando llegó, aunque si sorprendió que fuera tan pronto, sin embargo, aún no despertaba ni daba alguna señal que fuera hacerlo pronto, lo cual tenía a toda la familia Guzmán desesperada.
Estaba sentada en sillón de la habitación de Ovidio, tenía los pies cruzados con mi iPad sobre el cojín del sillón y mi espalda recargada al apoyabrazos y la pared. Estaba haciendo mi tarea de Logística, tenía rato que había llegado de la universidad.
Antes de que yo llegara estaba la señora Griselda cuidándolo, pero me quede sola al decirle que fuera a bañarse y comer. Había estado toda la mañana y parte de la tarde aquí.
Escribía con el apple pencil la logística del proyecto que tenía que entregar como trabajo final. Había consultado la ruta del barco que llevaría la mercancía por lo cual sólo tenía que describirla, era facilísimo. De este proyecto salía la mayor parte de mi calificación final del semestre.
Estaba muy estresada pues aún no avanzaba mucho y tenía pocos días para la entrega. Dure 10 minutos más haciendo eso y me pase hacer las contribuciones de todo lo que ganaríamos al exportarla y el precio de el transporte.
No sabía cuando tiempo había pasado pues hacer cálculos si tomaba más tiempo, lo único que note por el ventanal grande de la sala es que el sol ya se estaba ocultado. Concentrada moviendo fotos e información en el iPad sentí que pusieron una mano en mi hombro.
Di un brinco del susto pues no lo espera, voltee a ver quien era, Ivan. Me quite los AirPods poniéndole pausa a la música.
- Hola cuñada - dejo salir la última palabra con sarcasmo
- Hola Ivan - el se acerco y yo me estiré para saludarlo con un beso en la mejilla - Ya les dije que dejen de decirme así - me queje, tuvimos que explicarles todo a Iván y la mamá de Ovidio
- Nah - encogió los hombros - ¿Qué haces? Estabas bien concentrada que ni siquiera escuchaste cuando llegamos - se sentó por un lado de mi en el sillón