03 Mayo 2019
pov Alexa
El dolor de cabeza me despertó, no lo soportaba. Me senté en la cama abriendo los ojos lentamente, una vez pude ver ya bien noté que no estaba en mi casa. Mire alrededor de la cama y había dos bultos.
Me acerque a ver quienes eran. En los pies de la cama atravesado estaba Néstor con un brazo salido de la cama y los pies doblados, a mi lado estaba Ovidio y a diferencia de Néstor los pies de este se salían de la cama, un brazo encima de sus ojos tapándose de la luz del día y otro por debajo de la almohada.
No sabía como habíamos llegado hasta acá, la cama era demasiado grande por lo que cabíamos bien los tres hasta espacio entre nosotros había. Busque mi teléfono con la vista y lo encontré en la mesa de a lado, lo intenté prender pero estaba descargado.
Empecé a mover a los dos para que se despertaran pues no podía salir de la cama sin golpear a alguno.
- Hey, Ovidio, Néstor - hablé en voz baja ya que hasta para hablar me dolía la cabeza - Despiértense, hey - seguí moviéndolos
- Shh bonita dejé dormir - murmuró entre sueños Ovidio
- Me ocupó levantar Ovidio - abrió poquito los ojos
- Duérmase otro rato ahorita nos levantamos - dejo caer otra vez la cabeza a la almohada
- No, ya levántese los dos, yo tengo que ir a la universidad
Refunfuño entre dientes y se sentó en la cama tallándose los ojos
- Me está doliendo bien machín la cabeza - masajeo sus sienes para tratar de aliviar el dolor - Nini, he wey despiértate - le pego una patada en la espalda sin fuerza para moverlo
- Eh qué pedo qué pedo - se levantó enchinga - ¿Nos cayeron? - preguntó
Parece que a este no le hizo la cruda
- No wey pero ya despiértate
Tanto Ovidio como yo nos levantamos de la cama para salir del cuarto con Néstor siguiéndonos. Íbamos bajando las escaleras con lentitud porque nos estaba llevando la que nos trajo.
- Ay ocupó un suerito - habló Néstor
- Por dos, me estoy muriendo - conteste
Llegamos a la sala - la cual para mi sorpresa ya estaba limpia - y nos dejamos caer en el sillón más grande de la sala. Los tres nos quedamos viendo a la nada, recapacitando de nuestra borrachera.
Entre quejas escuchamos llegar a los otros dos y repitieron nuestra misma acción.
- Ya no vuelvo a tomar - dice Serafín y todos asentimos a sus palabras - Siento que todavía ando pedo
Ahora éramos cinco crudos arrepintiéndose de tomar. Sin ganas de levantarnos nos quedamos en los sillones, subí mis piernas a las de Néstor ya que era el q tenía por un lado, para descansarlas y acostarme en el sillón.
La tele estaba prendida sin emitir algún sonido, todo la casa en silencio parecía que no había nadie y estaba segura que todos estábamos agradeciendo eso.
- ¡BUENAS TARDES MIS AMOREEEEES! - aventaron la puerta de la entrada estapandola en la pared y entraron gritando
- Callate a la verga Ivaan - le contestó Serafin
