18 -Conrad

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Conrad

Estábamos todos abajo menos las hermanas Conklin. Emily ayer se había acostado tarde y era el cumpleaños de Belly.

-Voy a despertar a Emy, luego sigo con los globos- dijo Jere subiendo las escaleras.
-Todos sabemos que no va solo a despertarla.-
-¿A ti te contaron algo?- le pregunté a Steven
-No, tenemos que preguntarle a Jeremiah.-
-Casi mejor a Em-
-Va a ser que si- dijimos riendo. Jeremiah no nos contaba ningún lío. Sabíamos que se liaba con todas, pero no nos contaba que significaban para él, realmente intenté hablarlo con él, si que lo intenté, pero no era capaz.

Steven y yo subimos las escaleras en busca de las respuestas a todas las preguntas que teníamos sobre ellos.

-Jeremiah Fisher, los globos aún no están puestos.- le dijo Steven a ver si se iba de la habitación.
-Ya voy Steven.- me crucé con Jere cuando subía las escaleras así que le guiñé un ojo.

-¿Qué quieres Stev?- ahí estaba Em, que no pillaba una.
-¿cómo que qué quiero?-
-Eso eso, cuéntanos - cerré la puerta detrás mía
-Pero tú pregúntale a tu hermano.-
-Sabiendo como es, no creo que me cuente nada hasta que os caséis.-
-Que exagerado. Venga, os lo cuento y luego con Bells, que hoy es su día-
-Sii-
-Mi hermanita y sus dramas amorosos- nos reímos.

No nos contó nada nuevo, que le gustaba, que se habían besado y que pensaba que él sentía lo mismo. Eso esperaba porque no quería que le hicieran daño. Emily era como mi hermana pequeña. La quería mucho, diferente a Belly, pero a las dos las quería.

-Pero entonces, ¿sois novios?- le preguntó Steven
-No hablamos de eso-
-¡Cómo que no!- Steven estaba indignado, yo, confundido
-Entonces, ¿qué sois?-
-Por ahora, supongo que amigos con derechos.-
-Ah bueno, no está mal-
-Connie, ¿tu y Nicole?-
-Creo que viene hoy después de comer un rato- la había invitado, necesitaba quitarme a Isabel de la cabeza.
-¿Y qué sois?-
-No lo sé. Menos que tu y Sheyla y quizás un poco más que Em y Jere.- todos nos reímos y bajamos a desayunar y a esperar a Belly.

-Emily Conklin, ¿le has comprado algo a Belly?- Laurel nos llamaba siempre por nuestro nombre completo.
-Si mamá, va a ser el mejor-
-No lo creo- dijo Jere, justo cuándo Belly entró a la cocina.

-Buenos días a todos- nos dijo. No la podía saludar, no sin besarla, no sin decirle lo que sentía, no podía soportar la idea de que mi pecho dolía por ella, físicamente dolía, y ella solo me veía como su hermano. No podía.
-Aquí está la chica cumpleañera.- le dijo Sussanah
-Gracias Susannah- Em se acercó a ella.

-Isabelll- a veces la llamaba así- ¡que guapa! los dieciséis te sientan estupendamente.- si que lo hacían
-Gracias Em, luego tenemos que hablar- le guiñó un ojo. Emily iba a tener que contárnoslo a todos, nadie le preguntaba a Jeremiah, tenía que hablar también con él.

-Belly está creciendo porfin, señores- dijo Steven comiendo.
-Gracias a todos-
-Tengo tus tortitas recién hechas- le dijo Laurel, sus tortitas de Mickey.
-En verdad, no tengo mucha hambre-
-¿Abrimos los regalos?-
-El mío te va a encantar- le dijo Jere. Me levanté y vi a Jere colgando de Em, que bonitos estaban, quería hacer eso con Belly, agarrarle la mano, darle un abrazo, pero no podía, ella no sentía lo mismo.

-¿Qué te pasa?- Em me acababa de meter un codazo
-No. ¿Qué te pasa a ti?- sabía que ella me iba a preguntar, pero no ahora.

-Es la primera edición- un libro
-Gracias mami- y recitamos todos el poema favorito de Sussanah.

-Abre el mío ahora, Belly- le dijo Susannah. Todos sabíamos que eran, lo mismo que a Em en sus 16. Mi madre era mucho de tradiciones, demasiado para mi. Pero no podía hecharle nada en cara, no ahora, no más.
-Alaa, son increíbles- dijo Belly mientras Suss le explicaba exactamente lo mismo que a Em hace unos años.
-Mi madre, me dio estas perlas cuando cumplí 16. Al igual que a Em, ahora también te las doy a ti. ¿Está increíble, a qué si?- preguntó mientras se sentaba y mamá asentía.

-Te quedan genial-
-Tan bien como a tu hermana- me reí por lo bajo y ahora le di yo a Em, quién se ponía roja como un tomate.

-Soy el siguiente- le dijo Jere. -Es un amuleto de la suerte, para que pases tu examen de conducir.- ella podía sin su amuleto.
-Gracias Jere.-
-Me toca-
- Piensa rápido Belly. Lo siento Em- ya le había lanzado el regalo y Emily tuvo que esperar.

No le iba a dar el mío, no tenía derecho. No lo iba a hacer.

-Eyy, Steven.- dijo abriendo el paquete, todos reímos un poco, incluso me hizo gracia.
-Ala, no creo que te hayas gastado dinero en mi- era una sudadera de Princeton, dónde Steven siempre había querido ir.
-Solo no quiero que me robes la mía cuándo entre el año que viene.-
-No sabía que habías pedido plaza-
-Bueno, creo que voy a enviar la solicitud a unas cuantas y, no sé,a ver si entro-
-Vale, eh-
-Conrad, ¿quieres darle a Belly tu regalo?- claro que se lo quiero dar mamá, pero no puedo, no puedo ver su cara, no puedo dejarle ver que me sigo acordando, que sigo pensando en ella.

-Lo siento, me olvidé.- fue lo único que me salió
-No pasa nada. Tampoco esperaba nada, así que.- eso me dolió mucho, pero era verdad, no tenía porqué esperarse nada. Ella no sentía lo mismo.
-En verdad, tengo que irme, le prometí a Cleveland que le ayudaría.-
-Felicidades Belly- solté saliendo por la puerta.

Y me fui, sin pensarlo, me dolió, pero era lo que tenía que hacer.


Estaba ya con aquel señor que me presentó Laurel. Estaría bien ganar dinero, y me encantaba el mar, así que no era demasiado esfuerzo para mí, no me importaba.

-Imagina que esto es un árbol- era la metáfora que a mi me funcionaba -pues el conejo entra, sale, da la vuelta, y vuelve.-

-Esa es una de las metáforas más complicadas que he escuchado nunca- los dos nos reímos. Me caía bien.
-Si, supongo que al crecer con ella nunca me planteé lo raro que suena.-
-No no. Así que, mañana tengo una entrevista, sobre los barcos. ¿Podrías venir un poco antes y ayudarme a prepararla?-
-Si claro, me encantaría-
-Solo para que no parezca que no tengo ni idea-
-Solo háblales de conejos y árboles- se rió -pues volvamos a ello- y allí seguimos. Haciendo nudos, toda la tarde. Riendo e intentando que se acordara de todo.

Blue & green ~Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora