13- Emily

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Emily

Cuando me levanté, me acordé que hoy tenía que trabajar, y después tenía la tarde libre. Que día más emocionante me esperaba, pero ahora solo podía pensar en las ojeras y el pelo despeinado que tenía.

Me metí en la ducha, me hice mi rutina de rizos y me maquillé muy poco, me eché crema de sol y salí del baño con la toalla, me metí en la habitación, y cerré la puerta.
-Emy, lo siento, lo siento. Venía a dejarte la ropa. No te preocupes, tengo los ojos cerrados.-
-Jeree!!- me quedé helada. No me podía mover. No me lo esperaba. Se acercó a la puerta, pero como estaba en el medio, para agarrar el pomo, tenía que acercarse a mi. Nos acercamos, podía oler su colonia, podía oler su champú, se acercó tanto que sentía su respiración, y abrió la puerta y se marchó.

¿Qué está pasando? Jeremiah Fisher, ¿qué me haces?

Me vestí y bajé a desayunar. Steven me llevó al club y toda la mañana fue tranquila. Me iba turnando con Jere y otro socorrista más. Por la tarde yo pedí el día, al igual que Jere porque me iba a enseñar a conducir, y quizás a Bells también.
Era divertido que me pagaran por estar sentada todo el día, y de vez en cuando decirle a los niños que no corran. Iba viendo a la gente, y mamá me envió un mensaje de que Bells estaba en el baile de debutantes, así que luego la llevaría a casa.

Cuando acabó mi último turno fui a buscar a Stev para coger a Bells e ir a casa.
-Em, vamos a llevar a Jere también-
-Valee, pues yo voy a buscar a Bells- Mañana era su cumple, y como tradición, Taylor venía en su cumpleaños, así que lo celebrábamos todos.

-Belly! Estás guapísima. ¿Qué tal te lo has pasado?-
-Bastante bien. En mi mesa están la novia de Steven y la que estaba con Conrad en la playa, pero son muy majas. Cam vino a ensayar, aunque no se lo pidiera, así que se lo pedí ensayando- me reí y fuimos al coche.

-Por cierto, ayer hablé con Jere, ya arreglamos todo, pero no sé cómo quedaron las cosas. Estamos bien, pero no sé. Yo estoy bien.-
-Pues me alegro- me dio un abrazo y nos fuimos.

Al acabar de comer, subí a mi cuarto a leer un poco antes de ir a dar un paseo por la tarde, podría salir fuera, pero estaban Belly y Conrad solos en la piscina y no sé lo quería estropear.

-¿Qué lees? ¿Te has leído todos estos libros?- dijo entrando en mi habitación mirando la estantería llena de libros escritos con lápiz.

-Si, me gusta bastante leer.-
-¿¡Bastante!? Dirás que te encanta. Yo no lo acabo de entender.- y se sentó en mi cama, y me miró. Yo escribía en el libro, y él, con sus ojos azules clavados en mi.
-¿sabes qué hay una cosa llamada posit, que es un cacho de papel para no tener que escribir en el libro, no?-
-Me gustan mucho más los libros escritos, eso sí, con lápiz, un libro usado es mejor que un libro nuevo.-
-A ver- me cogió el libro. Me estaba leyendo "Mujercitas" me estaba gustando bastante.
Se sentó a mi lado y me empezó a leer, me apoyé en el, era un momento muy bonito.
-No entiendo, ¿cuántas hermanas son?-
-Jajajajajjaja- me reí, no sé estaba enterando de nada
-Oyee, no te rías de mí. Que acabo de empezar cuando ya llevas 100 páginas, no vale.-
-Son 4, Meg, Jo, Beth y Amy. La más mayor, Meg, es la que asume el papel de "madre", un poco. Es muy buena. Jo es la más independiente, y escribe libros, es mi favorita. Beth es la tercera, pero ésta ya se murió. Sabía tocar el piano muy bien, era tímida pero muy buena. Fue a cuidar a unos niños a una casa y pilló escarlatina. Y por último Amy, la más pequeña, para mi un poco caprichosa, pero muy guapa, y pinta.- Jere me miraba como si lo que le estuviera contando le iba a entrar en el examen más importante de su vida, me miraba con sus ojos, atento, me escuchaba, interiorizando cada palabra. Entendiendo todo lo que iba diciendo. Continué
-hay un chico, que es el nieto del vecino, que primero, se enamora de Jo pero resulta que acaba con Amy. Cuando Jo se da cuenta de que sí le quiere, es demasiado tarde, y Amy y el ya están comprometidos. Es muy triste, pero ella se muda a Londres y conoce a un profesor, y acaban montando una escuela. Sinceramente, creo que el profesor era muy bueno, pero su amor verdadero fue su mejor amigo.-

-¿Y todo esto en 100 páginas?-
-No, es la segunda vez que me lo leo.-
-¿Cuándo te lo vuelvas a acabar, me lo prestas?-
-Si, claro.- y allí nos quedamos, yo apoyada en Jere, mientras él leía, le explicaba algo cuando no lo entendía, porque había salido antes, y fue nuestro momento, nuestra burbuja.

Había tenido más novios, y ninguno supo entenderme con la lectura. No era una tontería, era mi manera de irme, de desaparecer, de viajar, de ser otra persona. Era irme para volver y entender mejor, había gente que para ellos era la música, el deporte o otra cosa, para mí, es la lectura.

Blue & green ~Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora