Jere: No sé que siente ella. Pero yo si sé lo que siento yo, y nunca me había pasado con nadie.
Em: No tengo derecho a sentir celos porque no somos nada. Así que para no lastimarme lo mejor va a ser tener distancias por un tiempo.-
Jere:...
Peté tres veces en el cuarto de Bells. Y abrí la puerta. Cuando entré me abrazó muy fuerte. Ya me había olvidado. Después de que me gritara no volvimos a hablar. -Ya está Bells, no te preocupes. Intentaba sacarte de ahí- -Y lo sé. Solo que estaba entre cabreada y dolida.- la volví a abrazar. -Bueno, cuéntame, ¿quién era ese chico?- -Cameron. Era de mi clase hace tiempo, y ¡hasta nos dimos un beso!- -Ya, ya os vi.- -Y tu? Te vi con Oliver.- -No por dios. Somos muy amigos. Pero el acaba de salir de una relación tóxica y a mi es que no me gusta nada de nada.- -Valevale, solo preguntaba. Entonces, ¿qué tal con Jere?- -Nada tampoco, ya nada. Se lió con una.- -No creo.- -¿Por qué no crees? Es Jeremiah- -Ya, no sé, es que no me lo esperaba. Lo siento- -Hay muchos peces en el mar, por uno no me voy a morir.- Y sabía que no me iba a morir, pero me dolía un poco. Salí del cuarto de Bells y me interceptaron por el camino.
-Emily, ¿no era que nos íbamos a contar las cosas?- -Si- -Pues yo quiero ronda de chisme. Que no vale solo para los hermanos Conklin- -¿Qué chisme?- abrió su puerta Jeremiah. -Id a dormir, anda- y cerré la puerta de mi cuarto.
Me dormí bastante rápido. Y ya me olvidaba pero mañana por la tarde íbamos de compras con Belly.
-Buenos diassss!!- Belly se tiró encima mía. -Isabell Conklin!- no tengo muy buen despertar. -Vale, ya me levanto- se reía a carcajadas -pero venga, que tú tienes que ir a preguntar al club.- mierda, es verdad. Ya me olvidaba. -Voy a desayunar y me preparo- Bajé con Bells a desayunar.
-Buenos días- -Buenos días Sus- -¿Qué tal ayer?- -Bien. Muy bien- dije mientras Jere entraba por la puerta. Belly desayunó y se fue, solo quedamos Jeremiah y yo.
-Tenemos que hablar.- -Si es verdad. ¿De qué puedo trabajar en el club?- -No, de eso no. O también pero quiero hablar contigo, a solas. Al acabar de preguntar. Que hoy nadie trabaja, empezamos mañana.- ¿de qué quería hablar Jere? -Pues vale.- Me levanté y me fui. Él se puso a hacerle a Connie algo para la resaca.
-Buenos días.- le dije acercándome al sofá dónde estaba. -Ya me contarás - y me guiñó el ojo.
Metí el bol de los cereales en el lavavajillas y subí a prepararme. ¿Qué se supone que hay que llevar a un club? El año pasado, como debutante, tenía que ir muy elegante. Pero si quería trabajar, no podía ir mucho. Tenía que tener pinta de trabajar. Ahora, tampoco podía ir echa un cuadro, necesitaba parecer profesional. Así que, me fui a molestar a Steven a que me ayudara.
-Steveeen!!- abrí la puerta. -¡Emily!- mierda, perdón. Dije cuando me encontré a Stev morreándose con Sheyla. Mierda.
-Y ahora. ¿Cómo coño se supone que voy a ir vestida?- -Yo te ayudo- Abrió la puerta de mi habitación y me preguntó -¿Cuál es tu idea Emy? ¿De que quieres trabajar?- -Pues no sé. Lo que haya.- -Te quedaría bien todo, pero con esto seguro que vas bien- me sacó una camiseta negra y un pantalón corto de color naranja. -Gracias Jere.-
Se marchó para que me pudiera cambiar. Por debajo de la camiseta puse un top negro por si hacía mucho calor. Me vestí, me maquillé un poco y me alisé el pelo. Que lo tenía un poco sucio y así quedaba mejor.
Cuando bajé estaban Jere y Stev preparados. -¿y Sheyla?- -Ya se marchó- asentí y nos montamos en coche.
Al llegar entramos en una oficina dónde había un señor mayor.
-Buenos días- dijo él, los tres contestamos entrando por la puerta. Steven habló el primero.
-Está es Emily, Emily Conklin. Mi hermana.- -Es la chica de la que le habló mi madre- siguió Jere -sabe nadar muy bien, tiene experiencia de camarera -eso era cierto- y estuvo en el baile de debutantes el año pasado.-
-Mmm, entiendo- dijo el señor rebuscando papeles. Miré a Steven que me asintió conforme todo estaba bien. Así que me tranquilicé bastante.
-Pues bien. Trabajos en el baile de debutantes no nos quedan, y de camarera el único que queda lo tiene tu hermano, así que, serás socorrista.- -Muchas gracias señor- -Aquí a las nueve en punto-
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Salimos y me aplaudieron como si consiguiera el premio Nobel. Les dije por mensaje a todos que lo había conseguido y fuimos al coche.
-Yo me quedo aquí. Que voy hasta casa de Sheyla.- -Vale- dijimos Jere y yo subiendo al coche.
