16 -Emily

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Emily

-Buenos días Emy-
-¿Belly está despierta ya?-
-No no, tranquila, pero necesito ayuda con los globos.-
-Voy ahora Jere.- y se me acercó a darme un beso, pero me aparté. ¿Ahora tenía que ser? Mi aliento de por las mañanas no era nada exagerado, pero el seguro que ya se había lavado los dientes.

-Oye-
-Lo siento, pero no me lavé aún los dientes.-
-Lo sé, te acabo de despertar- él volvió a insistir, como si le diera igual. Me tapé la boca con las manos y fui corriendo al baño.

-No me importa, Emy. De verdad- dijo mientras me agarraba de la cintura. Nos reímos y me besó.

-Buenos días Jere- dije mirando a sus ojos, sus ojos azules, los ojos que me atrapan y me daban seguridad, que me llevaban a todos lados y ninguno a la vez, con mis manos en su pecho, mientras el me tenía agarrada medio por la cintura medio por el culo, llevándome hacia él.

-Jeremiah Fisher, los globos aún no están puestos.-
-Ya voy Steven.- fui detrás de Jere, mi intención era ayudarlo y desayunar, pero me agarró Stev la mano.

-Lo siento -le dije a Jeremiah, él hizo un gesto diciendo que no pasaba nada.
-¿Qué quieres Stev?-
-¿cómo que qué quiero?-
-Eso eso, cuéntanos -Connie entraba cerrando la puerta detrás de él.
-Pero tú pregúntale a tu hermano.-
-Sabiendo como es, no creo que me cuente nada hasta que os caséis.-
-Que exagerado. Venga, os lo cuento y luego con Bells, que hoy es su día-
-Sii-
-Mi hermanita y sus dramas amorosos- le pegué muy suave en la cabeza y empecé a relatar la historia. No se lo conté tal cuál como fue, ni les conté nuestro momento confesiones, simplemente que sentía yo, y que creía que Jere sentía lo mismo.

-Pero entonces, ¿sois novios?-
-No hablamos de eso-
-¡Cómo que no!-
-Entonces, ¿qué sois?- preguntó Connie confundido
-Por ahora, supongo que amigos con derechos.-
-Ah bueno, no está mal-
-Connie, ¿tu y Nicole?-
-Creo que viene hoy después de comer un rato-
-¿Y qué sois?- quiso saber Steven.
-No lo sé. Menos que tu y Sheyla y quizás un poco más que Em y Jere.- todos nos reímos y bajamos a desayunar y a esperar a la cumpleañera.

El cumple de Belly siempre lo ha celebrado aquí, en la casa. Es siempre igual, mamá le hace tortitas de Mickey, todos le damos regalos y tenemos que incluirla en todo. Absolutamente en todo. Me encantaba su cumpleaños, casi más que el mío, quizás igual que el mío. Es muy divertido.

-Emily Conklin, ¿le has comprado algo a Belly?-
-Si mamá, va a ser el mejor-
-No lo creo- dijo Jere, justo cuándo Belly entró a la cocina.

-Buenos días a todos- nos dijo. Todos la saludamos. Primero Sus.
-Aquí está la chica cumpleañera.- le dijo
-Gracias Susannah- luego yo

-Isabelll- a veces la llamaba así- ¡que guapa! los dieciséis te sientan estupendamente.-
-Gracias Em, luego tenemos que hablar- me guiñó un ojo. En cuánto fue a saludar a Jere se me acercó mamá.

-¿De qué tenéis que hablar?-
-Nada mamá, cosas de hermanas, ya te lo contaré- sinceramente pensé en contárselo, no creo que le pareciera mal.

-Belly está creciendo porfin, señores- dijo Steven
-Gracias a todos-
-Tengo tus tortitas recién hechas- le dijo mamá
-En verdad, no tengo mucha hambre- pude ver la decepción de mamá en la cara, pero Sus, al igual que Jere ayer, saben siempre que decir y qué hacer.
-¿Abrimos los regalos?-
-El mío te va a encantar- dijo Jere. En cuanto empecé a caminar hacia la sala se me enganchó, con sus brazos en mi cuello.
-No más que el mío, Bells.-

Noté como Connie no le dijo nada, así que le di un codazo en cuanto nos sentamos. Estaban Laurel, Susannah y Steven en el sofá. Conrad en el sillón, Jere en el suelo y yo en el suelo apoyada en el sofá de Connie.
-¿Qué te pasa?- me susurró Conrad cuando le di.
-No. ¿Qué te pasa a ti?-

-Es la primera edición- dijo mamá mientras Bells abría el libro.
-Gracias mami- y recitamos todos el poema favorito de Sussanah.

-Abre el mío ahora, Belly- le dijo Susannah. Yo ya sabía que era. A los 16, ella nos regaló un collar de perlas que su madre le había regalado a ella. Nadie iba a saber nunca cuál era el de verdad, y cuál había comprado para la otra.
-Alaa, son increíbles- dijo Belly mientras Suss le explicaba.
-Mi madre, me dio estas perlas cuando cumplí 16. Al igual que a Em, ahora también te las doy a ti. ¿Está increíble, a qué si?- preguntó mientras se sentaba y mamá asentía.

-Te quedan genial-
-Tan bien como a tu hermana- le contestó Jeremiah a su madre guiñándome un ojo. Ahora era yo quién recibía una patada de Conrad.

-Soy el siguiente- le dijo Jere. -Es un amuleto de la suerte, para que pases tu examen de conducir.-
-Gracias Jere.-
-Me toca- dije incorporándome
- Piensa rápido Belly. Lo siento Em- ya le había lanzado el regalo cuando yo no había ni cogido el mío de la mesa.

-Eyy, Steven.- dijo abriendo el paquete, todos reímos un poco.
-Ala, no creo que te hayas gastado dinero en mi- una sudadera de Princeton
-Solo no quiero que me robes la mía cuándo entre el año que viene.-
-No sabía que habías pedido plaza- le dijo mamá
-Bueno, creo que voy a enviar la solicitud a unas cuantas y, no sé,a ver si entro-
-Vale, eh-
-Conrad, ¿quieres darle a Belly tu regalo?- preguntó Susannah salvándonos otra vez. Bells estaba emocionada, pero la cara de Connie me decía otra cosa.

-Lo siento, me olvidé.- ¿Cómo?
-No pasa nada. Tampoco esperaba nada, así que.-
-En verdad, tengo que irme, le prometí a Cleveland que le ayudaría.- ¿quién era ese y porqué se comportaba así Connie? Se levantó y se marcho.
-Felicidades Belly- soltó saliendo por la puerta. Creo que era mi momento de salvar la situación.

-Pues lo mejor para el final. Toma Bells. Y le di mi regalo.- me senté al lado de Jere y me pasó la mano por el hombro.

Blue & green ~Jeremiah FisherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora