III

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—Oye, oye, espera —Jimin se detuvo a mi lado apretando una mano sobre mi hombro para llamar mi atención mientras miraba a través de la explanada hacia el lado de las chicas dónde atraían casi tanto negocio como nosotros—

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—Oye, oye, espera —Jimin se detuvo a mi lado apretando una mano sobre mi hombro para llamar mi atención mientras miraba a través de la explanada hacia el lado de las chicas dónde atraían casi tanto negocio como nosotros—. ¿Quién es ella?

—¿Quién?

Señaló, y seguí la dirección de su dedo con mi mirada cuando dijo—: La de los anteojos.

Al instante fruncí el ceño sin gustarme su atención en la chica. Ella restregaba un trapo sobre una de las mesas recién desocupadas de espaldas a nosotros. Cuando dicha franela se le zafó de las manos y cayó al suelo junto a sus pies forzándola a recogerlo, Jimin apretó los labios con fuerza y golpeó una mano sobre su pecho.

—Mírala. Mira esas piernas. Te apuesto que ni siquiera sabe lo sexy que es. A veces eso es bueno. Hay menos competencia.

—Es Jiwon —solté de mala gana.

Parpadeó, el nombre le hizo girar. —¿Quién?

Suspiré y rodé los ojos hacia el cielo. ¿En serio? Le dije una docena de veces que una amiga de Eunbi de Paju se mudaría este fin de semana.

—Los presenté. La conociste anoche.

Negó con la cabeza. —No. Recordaría esas piernas.

—Llevaba pantalones rosados.

—Hmm —Jimin rascó su barbilla—. No.  Todavía no me acuerdo de ella.

Lo empujé en el hombro, incapaz de controlar mi irritación. —Deja de mirar.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Porque sí. Ella es amiga de Eunbi.

—¿Y? Ya me tiré a todas las amigas de Eunbi. Lo que significa... —Sus ojos se calentaron con aún más interés cuando volvió para mirarla— Es casi una cuestión de orgullo para mí completar la lista.

—No. Ésta no. Es una buena chica. —Demasiado buena para ir a cualquier lugar cerca de Park Jimin.

Como siendo rociado con agua helada, la lujuria desapareció de sus ojos.

—¿Buena chica? —repitió en horror— Puajj. Qué manera de desperdiciar ese cuerpo. Peeeero, en el momento en que se convierta en groupie, te lo advierto, voy a olvidar eso sin importar lo que digas. Porque enserio, maldita sea, esas piernas... — Contuvo el aliento—. Incluso me gusta la ropa. Cubierta así hace que un chico se pregunte lo que está escondido debajo de todas esas capas. Hace que lo que desees sea arrancar la envoltura y revelar la sorpresa. Sabes lo que quiero decir, ¿no?

Cuando sonrió y me codeó, fruncí el ceño rudamente, así que mejor hice mohín con la cabeza y me alejé. No quería estar de acuerdo con Jimin, porque no quería pensar de esa forma sobre la mejor amiga de mi novia.

—Solo volvamos al trabajo.

Lo hizo, pero no se calló. Entregó los platillos a una mesa llena de chicas risueñas y cada tanto les coqueteó como suele hacerlo en Bangtan. Ni siquiera entre los descansos limpiando los platos cerró la boca, lo cual sólo consiguió que me irritara aún más.

✔ 𝓗𝓸𝓹𝓮𝓵𝓮𝓼𝓼 ||Libro 4 - JUNG HOSEOK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora