{Si Jung Hoseok no le hubiese pedido que faltara a clases y le ayudase a escoger un anillo de promesa, tal vez Heo JiWon no se hubiese sentido tan culpable por enamorarse del novio de su mejor amiga.
Ella solía pensar que todo era blanco o negro per...
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En el espacio de unos pocos días mi vida fue desde el punto más bajo, al más alto, de vuelta al fondo y luego, simplemente, siguió rodando como si nada hubiera pasado.
Tuve que ausentarme también a las clases del martes para más pruebas de mis riñones. El miércoles por la mañana apenas y puse atravesar mi cuadro ansioso antes de dirigirme al salón de arte.
Sé que le había dicho a Hoseok que sería mejor si poníamos un poco de espacio entre nosotros, pero lo extrañaba y me arrepentí de cada palabra que dije para mantenerlo alejado. Él había insistido en que fuéramos amigos, pero yo sabía que ya no lo éramos. Nunca volveríamos a ser tan cercanos como fuimos antes del viernes por la noche.
Honestamente no sabía si fue lo mejor, y no podía dejarme de atormentar con eso. Cuando entré a la clase, Jimin, Yeonwoo y Hoseok ya se encontraban ahí, y solo había un espacio abierto entre Yeonwoo y Hoseok, haciéndome preguntarme si ellos me habían sacado del grupo. Ciertamente no los culpaba.
Reduje la marcha, insegura si debería acercarme, pero luego Yeonwoo me vio y me saludó con una sonrisa de alivio. Hoseok alzó la mirada de inmediato, sus ojos marrones se calentaron con todo tipo de emociones que no pude leer. No estaba segura si él me quería allí, pero de todos modos fui hacia Yeonwoo.
—SiYeon sigue en casa con Jungkook enfermo, así es que hoy solo somos los cuatro.
—¿Has tenido varicela antes, Cuatro ojos? —preguntó Jimin mientras Hoseok movía hacia un lado la rodilla lo suficiente para darme a entender que hacía espacio para que me metiera entre él y Yeonwoo.
Me encontré una vez más con su absorta mirada fija. Él sonrió como si estuviese feliz de verme, pero sus ojos parecían tristes y lamentables. Tragando saliva, forcé mi atención a su compañero de cuarto.
—¿Varicela? —repetí distraídamente, preguntándome por qué cuestionaba eso—No. ¿Por qué?
—¿En serio? —frunció todo su rostro— ¿Qué rayos está mal contigo y Jungkook? ¿No se supone que te contagias en la escuela media?
—Eh...no lo sé.
—¡Sí, maldición! Te salen ronchas a los doce, no a los veintitantos. —Se cruzó de brazos y bufó mientras se desplomaba en el asiento. —Idiota.
—¡Oye!
—Déjalo, no se refería a ti—intervino Hoseok—. Está enojado con Jungkook por contagiarse de varicela. Hemos estado doblando turnos en Bangtan para cubrir los suyos. Está algo fastidiado.
—Estoy cansado, maldita sea. No he dormido bien. Todas esas horas extra son una mierda, Tenía planes para mi noche libre; iba a llevar a Hobi a un club y conseguirle una follada segura.
—¿Tu qué?
Jimin movió la cabeza tristemente e hizo un sonido de desaprobación. — Miren a este pobre chico. ¿Acaso la falta de sexo está haciéndote perder la audición?
