XXXV

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Pasaron siete semanas desde el incidente

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Pasaron siete semanas desde el incidente.

¿Cómo estoy?

Bien, creo. No del todo, pero bien. Los moretones desaparecieron mucho antes que las pesadillas,

Mis amigos; mis verdaderos amigos me extendieron los brazos. Estuve acompañada en todo momento. Sin compasión ni juicio, sólo consuelo y, sí, también comprensión. Descubrí que estoy rodeada de personas valientes que no dejaron que los desafortunados sucesos definieran su vida, así que yo tampoco lo haría. Les admiro y les respeto.

Jimin le insistió a su amigo que me llevara a casa con ellos.

Hoseok jamás me recriminó por ocultarle la condición de salud de Eunbi.

Ella no intentó contactarse conmigo, por lo tanto no volvimos a tocar el tema sobre el asunto de ser medias hermanas. En realidad no hablé con nadie al respecto, ni siquiera con mi todavía novio, ni siquiera Yeonwoo.

Creo que lloré hasta desmoronarme más por la pérdida de mis manuscritos que por el hecho de descubrir que mi padre realmente no lo era. ¿No te parece curioso cómo reacciona nuestro cuerpo y mente ante algunos eventos traumáticos?

Para cada persona es diferente. Yo dormí. Y abracé. Y maldije. Pero también agradecí.

Y dejé que otros me llevaran de la mano a su par; no detrás ni por encima.

Juntos.

Sólo así, seguir viviendo después de ello, dejó de ser una lucha.

Ahora, casi dos meses después, me hallaba en las gradas del estadio de la universidad para el juego del campeonato de la división del equipo de Hoseok, y grité con el resto de los aficionados rugiendo cuando Jimin lanzó el balón a Namjoon y éste envió un gol de extremo a extremo que dejó empatado el marcador con nuestros oponentes.

—¡Kim Namjoon, Kim Namjoon, Kim Namjoon! —cantó Yeonwoo irritando mi brazo con su roce mientras saltaba a mi lado.

Todavía restaban casi cinco minutos para el final del partido. Cualquier cosa podía pasar. Pero sí, tuve la sensación de que íbamos a ganar.

—¡Vamos, Hoseok! —grité. Nuestras voces eran ahogadas por los otros fanáticos gritando a nuestro alrededor, pero no nos importaba. Solo nos hacía gritar más fuerte.

—Espera. El otro equipo acaba de sacar el balón del campo, ¿Por qué Jimin se está alejando? ¿No debería estar cubriendo a Namjoon? —dijo una confundida SeMi desde el otro lado de Yeonwoo.

—Oh, mierda —murmuró tenso Jungkook detrás de nosotras—. Creo que van a intentar anotar solo con saque de banda.

—¿Es eso malo? —preguntó SiYeon, aferrándose a su brazo.

—Solo más riesgoso. —le contestó Jin frotando sus manos de arriba a abajo en los hombros de Nayeon como una especie de amuleto de la buena suerte.

✔ 𝓗𝓸𝓹𝓮𝓵𝓮𝓼𝓼 ||Libro 4 - JUNG HOSEOK||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora