Abandonada

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Otra vez, llovía. Pero, ahora, las gotas caían en la ventana de Shadow.

Él se levantó casi de inmediato, bajó a la cocina y se preparó un café. María ya se había ido a trabajar,ese día trabajaría hasta tarde; su jefe le daba doble turno los viernes. Pensó en Max, ayer se había dormido algo preocupado por ella. ¿Por qué estaba llorando? ¿Qué era lo que le había pasado? Sacudió su cabeza, estaba teniendo pensamientos raros, según él. No tenía razones para preocuparse por ella.

Terminó de prepararse y salió de su casa con su paraguas. Vió a Max saliendo, así como si nada, como si no estuviera lloviendo. Estaba desabrigada, sin paraguas ni nada.

- Eras Maxine, ¿no? - se acercó a ella.

- Sabes cual es mi nombre... no te hagas - respondió la chica.

- Bien... ¿por qué no traes paraguas? - acomodó el paraguas para que ella no se mojara.

- Porque no quiero - aceleró su paso y lo dejó atrás, justo como él había hecho el día anterior.

Se quedó confundido, pero siguió su paso.

[•••]

Shadow a penas prestó atención a clases, solo pensaba en el momento en el que sonara la campana. Maxine se venía quedando en el salón la mayor parte de las veces, tal vez esa podría ser su oportunidad de poder hablarle. Espera, ¿para que querría hablarle? 《Debo dejar estos pensamientos tontos. Tengo entrenamiento hoy, no puedo faltar》pensó.

Mientras, Max estaba pensando en sus padres, en lo que pasaba con su vida. ¿Por qué sus padres se irían justo una noche antes de su cumpleaños? ¿Acaso lo habían olvidado, no la querían o, simplemente, no lo querían pasar con ella? Tails la sacó de sus pensamientos.

- ¡Max! ¿Estás bien? - preguntó el zorro -. La campana sonó hace 3 minutos y tu te quedaste casi tiesa.

- ¿Eh? Ah, lo siento Tails - respondió la eriza.

- Bien, ¿quieres ir al patio? Sonic tiene entrenamiento y le dije que lo iba a ver.

- Oh~ tu Sonikku~ - dijo en burla Max, recibiendo solo una mirada por parte de Tails -. Bien, lo siento, era broma.

- Tonta.

- Tonto.

Así, ambos omegas se dirigieron al patio. Se sentaron juntos en las gradas.

Shadow también estaba en el patio, ya que, al igual que otro cierto erizo azulado, él era parte del equipo de la preparatoria. Ambos erizos eran los más rápidos, pero Sonic logró pasar al azabache.

Tails y Max alentaban a Sonic, cosa que Shadow notó. ¿Por qué alentaria tanto a ese erizo azulado? ¿Acaso había alguna clase de relación entre ellos? Se desconcentró y cayó al suelo. Se maldijo.

- ¿Estás bien, faker? - preguntó el cobalto, acercándose.

- ¡Que te importa! - respondió Shadow, agresivo, empujando a Sonic.

Max estaba mirando al azabache, sus miradas cruzaron. Él relajó un poco su expresión.

- Estoy bien - dijo Shadow, mirando a Sonic.

[•••]

Cuando el entrenamiento terminó, Sonic se fue con Tails y Max. Hablaron un rato, pero la eriza se disculpó para ir al baño.

Nuevamente, la metieron al cuarto de limpieza. Y si, era Shadow.

- ¡Agh! ¿Es en serio? - se quejó Max, alejando al azabache -. ¿Otra vez?

Tus ojos carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora