¡Especial de Halloween!

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Aviso:

Este especial no forma parte del canon de la historia. Por ende, nada de lo que leerán a continuación pasó realmente.

Disfruten el capítulo, ¡feliz Halloween!

<<Omnisciente>>

Halloween había llegado, y con él llegaron las fiestas de disfraces.

Obviamente, al ser de adolescentes irresponsables, estas tenían alcohol.

Max había sido invitada a una, al igual que Shadow. Él no quería ir, pero ella lo convenció de que vaya.

La eriza insistió en que tenían que ir con disfraces combinados. Al principio, a Shadow no le pareció la idea, pero cuando Max amenazó con que mo haría con Tails, accedió.

Él iría como un diablo, y ella como un ángel. Algo bastante típico, pero lindo.

—¿En serio debo usar esto? —cuestionó una vez más el azabache, mirándose en el espejo.

—¡Sí! Quiero que vayamos con un disfraz en conjunto —respondió Max, colocando sus manos en los hombros de Shadow.

—Lo sé, lo sé, pero... ¿no podíamos usar algo más?

Max se sentó en una de las esquinas de su cama.

—¿Qué otra cosa podríamos usar? —Se estaba desilusionando un poco.

—No lo sé... pero esto no...

—¿No te gusta? —No hubo respuesta—... podrías habérmelo dicho.

Shadow se sentó a su lado.

—Lo hice, pero insististe más y tuve que aceptar.

—¿Vas a ir o no?

—Iré, sólo por tí.

La eriza se levantó, y tomó las manos del azabache obligándolo a hacerlo también.

—Pues vamos. La casa de Tails no queda precisamente cerca.

...

Por fuera de la casa se escuchaba el ruido de la música, cosa que aturdió y molestó a Shadow, pero ¿qué podría hacer? Nada. Sólo pasar y hacerle compañía a su novia.

Max tomó la mano de Shadow y prácticamente lo arrastró hacía la puerta. Tocó el timbre y esperó a que alguien abriera.

—¿Seguro de que no te quieres ir? No creo que éste ambiente te guste —Dió una última oportunidad, pero la rechazó—. Bueno, tú lo decidiste.

Poco después, abrieron la puerta. Era Tails, el anfitrión de aquella fiesta.

—Hola, Max —Se acercó y le dió un beso en la mejilla.

—Te ves... cansado —dijo Shadow.

—Sí... organizar una fiesta no es precisamente fácil. Como sea, pasen.

Tus ojos carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora