Tus ojos carmesí

Cambio de planes

<<Omnisciente>>

Después varias horas, Max se decidió por completo que llevaría a cabo su venganza.

Sabía y tenía muy claro que a Shadow no le gustaría nada, pero ¿qué más da? Claro, perdería su gran oportunidad, sólo que no lo tuvo muy en cuenta.

Todo el día, en cada recreo y cada oportunidad que tenía se la pasaba abrazando y besando a Manic. Más de una vez sintió la mirada de Amy, y también la de Shadow.

Él no estaba nada feliz con aquellos actos. 《¡¿Por qué ese no puedo ser yo?! ¡Qué carajos le cuesta dejarlo en vez de hacer tanto show!》pensaba, metiendo sus manos en los bolsillos de su campera para que no se viera con cuánta fuerza las apretaba.

Max sólo fingía que ni los veía. Ella se estaba vengando, y nadie lo impediría. No sólo de Amy, sino de Manic.

Después de 5 meses de haber estado con él, sabía que no le gustaba que se juntara con otros chicos, pero nunca decía nada.

Así que, en uno de los recreos, se acercó a Shadow y lo abrazó con fuerza, asegurándose de que Manic mirara.

—¿A qué estás jugando, Max? —preguntó Shadow, cuando el abrazo había terminado.

—Voy a vengarme, y necesito que me ayudes —Miró hacía donde estaba Manic, para asegurarse de que él estuviera mirando. Efectivamente, lo hacía, y fruncía el ceño.

—¿Venganza? No, gracias. ¿Por qué no sólo le terminas?

—Eso no va conmigo, y confío en que tampoco contigo. ¿No quieres vengarte de Amy?

—Sí, quiero. Pero no lo haré.

—¡Vamos! No seas aburrido.

—Prefiero dejar que el karma actúe solo. Y tú deberías hacer lo mismo.

—Bieen, ¿qué tal si cambio los planes?

—¿Y qué harías?

—Termino con Manic, que él y Amy estén juntos y dejo que el karma actúe. ¿Te parece?

—Sí, eso es mejor.

—Perfecto.

Max besó a Shadow en la mejilla y se fue.

El azabache se sonrojó y volvió a sentarse en donde estaba, pensando en lo que acababa de pasar.

[•••]

<<Maxine>>

Pensé mucho en lo que Shadow dijo. "Deja que el karma actúe", así que decidí hacerle caso.

Claro, tenía muchas ganas de vengarme pero, al fin y al cabo, él tiene razón y el karma hará lo suyo.

Agarré mi celular y llamé a Manic.

—Amor, ¿qué sucede?

—No, nada de "Amor", Manic. Lo sé todo.

—¿C-cómo? ¿A q-qué te refieres?

—A que me estás siendo infiel con Amy, y tus conversaciones tan... raras con ella.

—Max... yo... ¡juro que puedo explicarlo!

—¿Me crees tonta? Terminamos, adiós.