Mentiras

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<<Maxine>>

Ya pasaron 5 meses desde que Manic y yo somos pareja.

Todo iba bien, hasta que él comenzó a portarse raro. Está más distante, y casi nunca tiene tiempo para mí.

Por suerte, hoy fue la excepción. Lo invité a tomar un café en mi cafetería favorita de Mobius, sé que ahí también venden su café favorito. En Quiet Coffe preparan el mejor Latte de todo Mobius.

Cuando le mencioné eso, me decepcionó un poco su reacción. "Ah, qué bueno". Esperaba algo más... no sé, pensé que se emocionaría por poder tomar su bebida favorita junto a mí, su novia.

Decidí rápido qué ponerme y salí.

Quedamos en que nos veríamos en la plaza del centro y de ahí iríamos a Quiet Coffe.

[•••]

Tardé varios minutos en llegar, pero cuando lo hice fui a una banca cercana a esperar a Manic.

Pensé que él llegaría antes debido a que tiene un auto, y sí, confieso que también creí que me ofrecería pasar a buscarme a mi casa sin la necesidad de vernos en el centro.

Estuve como unos quince o veinte minutos esperando, hasta que escuché mi celular sonar.

-¿Hola?

-Hola, Max.

-¡Manic! ¿Dónde estás? Llevo un buen rato esperándote.

-Sí... escucha, voy a tardar un poco. Tuve un problema con el auto.

-Pero... puedes venir caminando, tu casa queda algo cerca.

-Lo siento, ¿qué tal si lo dejamos para otro día?

-... bueno. ¿El sábado?

-Sí, el sábado. Nos vemos.

-Adiós, te quiero.

-Yo también te quiero.

No lo sentí real, ese "te quiero" sonó más mentira que cualquier otra cosa.

Caminé a paso lento a mi casa, triste y decepcionada.

En verdad creí que ésta sería la oportunidad de hacer que Manic deje de estar distante, y que pudiéramos volver a ser la pareja que éramos.

Aunque... tal vez pueda pasar por la casa de Manic, así pasamos un rato juntos sin la necesidad de salir a algún lugar.

...

Bien, toca el timbre y pregunta por él.

-¿Hola? Max, ¿qué haces aquí? -Sonic fue quién me abrió.

-Hola, Sonic. Vine a ver a Manic.

-Pero... Manic no está.

-¿Qué? Pero él me dijo que había tenido un problema con su auto, y... me canceló la cita por eso.

-Manic salió hace un rato, con Sally.

-¿Sally? ¿La de la clase de Matemáticas?

-Sí, esa misma.

-¡Ah, sí! Me lo dijo, ahora que lo recuerdo. ¡Gracias!... gracias.

-De nada. Hasta luego.

-¡Hasta luego!

Me invadieron ganas de llorar. Demasiadas. Pero no puedo, no aquí, no ahora.

Fui lo más rápido que pude a mi casa, ahora mismo sólo tengo ganas de llorar.

Tardé varios minutos en llegar, y cuando lo hice fui directo a mi habitación.

Dejé mi bolso en el piso y me tumbé boca abajo en mi cama.

Y sí, comencé a llorar.

-¿Por quéee? -Hice bolita una de mis mantas y la abracé mientras me sentaba intentando calmarme-. ¿Por qué me mentiríaa?

Seguí gritando y hablando en voz alta por un rato hasta que me interrumpió Shadow.

-¿Quieres hacer silencio? ¡Algunos intentamos dormir! -Me reclamó-. Espera... ¿estás llorando?

-¡Sííí! ¿Qué no me ves?

-¡Agradece que me preocupé!

Lo ignoré y seguí llorando.

-¿Me dirás qué te pasa?

-Es Manic... me mintió.

-¿Y por eso te derrumbas a llantos? Qué sensible.

-¡Shh! ¡Tu ni siquiera sabes que son los sentimientos! No sabes lo que es querer a alguien y que te mienta sin motivo aparente.

—Sí, claro.

<<Shadow>>

Me pareció algo irónico que ella lo dijera. No solo me engañó, sino que me usó y luego me descartó como si fuera un pañuelo de papel.

—¿Por qué estás aquí? —dijo abrazando sus piernas.

—Te escuché llorando y gritando. Me preocupé obviamente —respondí.

—Bueno... al menos alguien se preocupa por mí.

—Después de ocho meses, sigo sin entender por qué haces eso.

—¿Hacer qué?

—Decir que nadie se preocupa por tí. Tienes a Tails, a Sonic, a Manic, a mí, a tu familia.

—En eso te equivocas. Mi "familia" se mudó a otro lugar y me dejó aquí, porque tengo amigos, pareja y soy feliz y según no querían quitarme eso.

—... ¿hace cuánto?

—Casi cuatro o cinco meses.

—Pero haz actuado normal, incluso sonreías casi todo el tiempo.

—¿No es raro ver que alguien es demasiado feliz? La gente siempre tapa sus problemas con una sonrisa de oreja a oreja.

—Igual tienes más personas que ellos. Déjalos, ya verás que se van a arrepentir de dejar alguien como tú sola.

—¿Alguien como yo?

—Sí, una persona linda, inteligente, carismática, cariñosa. ¿No te das cuenta de lo feliz que haces a la gente con solo tu compañía?

—¿Tu lo crees?

—No lo creo, lo sé.

Me senté a su lado y la abracé. Fue raro incluso para mí, no soy una persona que de muchas muestras de cariño, pero con Max... es diferente.

Tus ojos carmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora