"El primer algo de Nati"

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🇲🇽📍Monterrey, Nuevo León | 20 de abril

1. Primer año y ¿Primeros pasos?

Alex

El primer año de mi hija y yo no podía dejar de llorar.

—Es que no puedo creer que sea un año ya mi amor—limpie mis lagrimas.

—Bebé—Yuli me abrazó—Creo que las hormonas te están golpeando a ti y no a mi—me dijo riendo.

—Eres una insensible—le contesté y ella beso mis labios.

—Estoy igual de emocionada que tú por su cumpleaños pero mi amor, ¿No crees que estás exagerando?—respire.

—Tal vez quería mi momento de drama—dije riendo.

Yuli y yo habíamos hecho una mini fiesta, algo tranquilo con la familia únicamente para festejar el primer año de nuestra princesa. No queríamos hacer algo tan exagerado pues la pequeña no lo recordaría después.

Yuli tenía cuatro meses de embarazo y se veía radiante, no se como le hacía pero cada día amanecía mas preciosa en todos los sentidos, su piel, el cabello, ya no se maquillaba tanto porque no lo necesitaba. El embarazo le sentaba bien.

—Si mi hermosa, ahora vamos a peinarte para que te veas preciosa—Yuli terminó de vestir a La Niña y me llamó—Juega con papá mientras te peino, ¿Vale?—la niña sonrió cuando me puse frente a ella, esta era una batalla para Yuli al inicio pues nuestra hija siempre andaba moviéndose y le jalaba el cabello por accidente haciéndola llorar. Pero encontramos la solución.

Cuando mi esposa acabo de peinar a nuestra hija con dos chonguitos, me la dio en brazos para que ella pudiera secarse el cabello, puse a la pequeña parada en su cuna, le encantaba ver a su madre arreglarse, a veces Yuli le hacía cosquillas con sus brochas y ella soltaba unas genuinas carcajadas, yo comencé a arreglarme también, peine un poco mi cabello antes de ponerme el gorro.

Natalia aún no sabía caminar pero entrenaba diariamente con nosotros, apenas podía dar pequeños pasos pero sin ayuda aún se le complicaba, no dejaba que mi señora cargara mucho a nuestra hija pues ya pesaba un poco más y no quería que se lastimara.

Los tres bajamos a la sala y Yuli llamaba a las personas con las que habíamos pedido el pastel de mi hija, yo por mi parte estaba tirado en la alfombra con ella.

—Ándale Natalia caminale solita amor—dije viéndola acostada—Si nos levantamos y caminas tantito te doy pastel—intenté sobornar y ella solo sonrió. Me gustaba grabar cada momento de mi hija como buen padre primerizo, nunca perdimos esa costumbre, ya teníamos todo un disco duro lleno de fotos y videos de la pequeña. Más para que tuviera recuerdos lindos que ver cuando ella quisiera.

Nos levantamos juntos en la alfombra, ella sacaba su lengüita y yo la imitaba ganándome sonrisas de su parte.

—Vamos, equilibrio Natili, equilibrio—dije intentando soltar mis dedos de sus manitas, cuando lo hice, ella se quedaba parada pero se tambaleaba, la alcancé antes de que cayera al suelo—Inténtalo de nuevo amor—la volví a levantar—Equilibrio así como papi—extendí mis manos y ella me imito—Yuli creo que deberías venir—le grite a mi esposa y escuché como se acercaba a nosotros.

Dada—dijo sonriendo, era un logro que no se cayera aún.

—Si amor, soy yo—dije sonriendo—Ahora camina hacia mi—la bebé solo reía—Ven acá chiquita ándale—dije algo desesperado.

—Alex—advirtió mi esposa y la miré con un puchero.

—Ayúdame—dije agotado y ella se sentó a mi lado.

Otro atardecer; Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora