Capitulo once

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🇬🇧📍Londres, Inglaterra | Un mes después de la boda | Médico, entrevistas y ¿Gloria Trevi?

Yuli

—Entonces si chat voy a estar viajando a Monterrey pronto—dije dando vueltas en mi silla—No chat, es por trabajo—dije viendo que decían que iría a vacacionar—Me emociona mucho que me hayan convocado para esto—miré el calendario de mi teléfono, lo apagué y dejé lo dejé en el escritorio—Bueno el plan de hoy es jugar un rato warzone con el McCombo—dije poniéndome los cascos—Ya los extrañaba chat, esta semana me he sentido muy de la verga si les soy sincera, súper cansada, con dolor de cabeza y como tuve exámenes supongo que me descompensé un poquito porque en Ballet para dar giros y eso me mareaba así súper cabrón—una llamada de discord entró e hice una cara de sufrimiento—¿Y si no le contestamos a Aldo? Así de chill, hacernos del rogar—el chat ponía "No autorizo" y reí aceptando la llamada.

Los demás chicos se unieron con el paso de los minutos y comenzamos a jugar algunas partidas en las que el juego era más rol que estrategia, aún así las risas nunca faltaban.

—Si Aldo fuera un personaje de Plaza sésamo—dijo Osvaldo—Archivaldo—comenzó a reírse y a pesar de que me dio risa todos hicimos el típico "Ahhh"

—Es Abelardo, pendejo—dijo Aldo para fastidiarlo.

—Ay, el pendejo, el pendejo—le siguió Roier.

—Ay Osvaldo, qué risa con tus payasadas eres un naco y estúpido—dije y todos empezamos a reírnos.

—Culera—dijo rivers riéndose.

Habían empezado a hacer bromas con el nombre de Aldo, toda la partida porque estábamos aburridos.

—Ya estoy hasta la madre papitos, ¿Jugamos otra cosa?—les pregunté y mi hermana aceptó rápidamente.

Buscamos un nuevo juego y terminamos en Uno peleandonos por ver a quien le metían un más cuatro.

—Hey, chequen el grupo de discord en fa, no filtren nada—dijo Roier.

Abrí el chat y pude ver el mensaje de mi amigo

"Quackity quiere jugar, ¿Que opinas Yuli?"

Mi estómago se revolvió y las ganas de vomitar se hicieron presentes con demasiada intensidad.

Me quite los cascos y me levante de la silla rápidamente, corrí hasta mi baño, terminé tumbándome en el suelo para desechar todo lo que había consumido durante el día en el inodoro. Mis rodillas lamentaban esa acción. El sabor amargo impregnaba mis papilas gustativas haciendo que las arcadas se intensificaran y fuesen más continuas.

Sostuve mi pelo como pude pero me sentía de la mierda, mi espalda tocó la pared del baño y apoye mi cabeza también, pasaron unos minutos, escuchaba mi teléfono sonar con insistencia. Tiré de la cadena del baño, me lave la boca junto a mis manos, salí y me disculpe con el chat.

—Lo siento chicos—dije en el micrófono—me sentí un poco mal, acabo de vomitar, literal.

—Ya vete a dormir Yuli, necesitas descansar, me dijiste que estuvo muy culera esta semana en la uní, has de estar estresada—comentó Rogelio y asentí.

Otro atardecer; Quackity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora