Otro atardecer; Quackity

Capítulo veinte

🇪🇸 | Barcelona, Cupra Arena | Sábado de Queens | 6:35 a.m. | ¿Quien invitó al pato?

Alexis

—Ya te dije wey, no hay pedo—comentó Juan mientras caminábamos al tren—Vas conmigo, al chile yo quiero que veas a mis equipos jugar—asentí y subimos al tren.

Nos sentamos juntos y pregunté.

—¿Por qué las chicas no vienen?—el me miró nervioso.

—Tenían que ir a comprar cosas para Rivers, sus suplementos y ajá—dijo nervioso—Vitaminas, proteína—enlistó y asentí.

Tenía ganas de preguntar como estaba el bebé de Yuli pero había algo que me detenía, no quería verme como un obsesionado que la mandó a investigar, cuando mi único propósito era saber que ella estaba en buenas manos, cosa que no era así, saqué mi computadora y seguí trabajando en las carpetas que debía enviarle a Yuli, eran seis horas de viaje, seis horas que aprovecharía al máximo para organizar el caso.

—Ahora si me hiciste madrugar culero—le dije a Juan y el soltó una risa.

—Al chile no es sano que te despiertes diario a las tres de la tarde, además es para que no te afecte tanto el jet lag—suspiré.

—¿Aquí tendrán redbull?—pregunté y el hizo un ademán.

—Vengo preparado amigo—saco de su mochila dos monster me ofreció uno y ambos lo destapamos—Por nosotros—hizo el ademán de golpear las latas.

—Salud chingada madre—dije feliz. Españita sanadora

Yuli

Si, ayer probablemente el jet lag me mato, si, probablemente había olvidado la cita con el obstetra, y si, entre en pánico durante el almuerzo de ayer.

—Che, pero, ¿Vos estás segura de que el nene es de Quackity?—preguntó Spreen mientras daba golpecitos pequeñitos en mi estómago.

—Que si pendejo, el fue el último con el que estuve—le di un zape.

—No, es que me sorprendí posta con la capacidad del pibe, no lo creí capaz de embarazarte poca fe le tenía—comenzó a reír y me contagió.

—Bueno creo que todos nos sorprendimos con la capacidad de Quackity para embarazar a mi hermana—sonreí.

—Nah, una poronga. ¿Por qué no lo hablas con el pibe?—pregunto Spreen—Es una ridiculez que los dos den por hecho cosas, son adultos ya—comentó.

—No es tan fácil cómo crees, es que nosotros no estamos bien, solo voy a ir de poco a poco—suspiré—Estoy empezando algo con alguien y el tiene novia, ¿Sabes lo difícil que seria?—pregunte.

—Pero wey, si no han hablado una chingada como dices que es difícil—dijo mi hermana.

Suspiré.

—¿Y si mejor dejan de meterce y me permiten arreglar a mi, mi desmadre?—dije algo enojada—Ese wey sabe que tengo a su hijo aquí adentro—señalé mi estómago—me vio ayer y ni siquiera fue para decirme "Oye Yuli ven, vamos a hablar sobre esto"—los miré a todos—Solo ya dejen el puto tema por la paz, quiero que por primera vez nuestros temas de conversación no sea Quackity o el bebé, o mis relaciones amorosas—cerré los ojos y suspiré—Solo, por favor ¿Podemos hablar de idioteces o de lo que hablaríamos si no estuviera embarazada?—los miré suplicante y asintieron apenados.